El fiasco de la fórmula de Mónica Oltra: 217.000 votos menos en un año

Oltra fue una firme defensora de la coalición con Podemos para ir juntos a las elecciones del 20 de diciembre. Posteriormente defendió que se sumara al acuerdo Esquerra Unida , a pesar de que esta formación le expulsó en 2007 entre acusaciones de «tránsfuga» por haber roto el grupo parlamentario que dirigía Glòria Marcos.

Desde entonces, cuando nació el germen de Compromís , la carrera de Oltra había estado marcada por una ascensión meteórica, que le llevó a la Vicepresidencia de la Generalitat tras los comicios autonómicos de mayo de 2015, mientras su principal mentor, Joan Ribó , se hacía con la Alcaldía de Valencia.

El próximo objetivo de la ambiciosa carrera de Oltra pasa por la Presidencia de la Generalitat. Sin embargo, los resultados del pasado domingo han truncado su periplo de éxito . La fórmula defendida por la todopoderosa líder de Compromís no ha funcionado en las urnas. Las tres formaciones que componían la coalición «A la valenciana» han perdido 216.999 votos en un año . De ellos, casi 130.000 se les han escapado en seis meses.

Oltra, que ya había superado al PSPV de Ximo Puig como principal fuerza de izquierdas en la Comunidad Valenciana, aspiraba a arrebatar la hegemonía del PP. Erró en su cálculo: su coalición se deja 130.000 votos y los populares aumentan en cerca de 80.000 sufragios.

Los primeros análisis de los propios partidos incidan que la fórmula defendida por Oltra ha perdido apoyos por la izquierda y ha movilizado al centro derecha. En el primer caso, la vieja guardia de votantes comunistas ha rechazado votar a una coalición integrada por Podemos y Compromís, dos fuerzas hasta hace unos meses consideradas adversarias. Una parte ha ido al PSPV (que sube ligeramente en 6.000 votos), otra al PACMA (los animalistas crecen en 7.000 sufragios) y a la abstención.

Otra parte de votantes de Compromís alineados con las tesis nacionalistas han rechazado una campaña en la que la única clave estrictamente valenciana ha sido la del nombre de la coalición.

Al margen del desencanto de los votantes de izquierdas que se han decantado por otras opciones o directamente no acudieron a votar el domingo, la cita del 26 de junio estuvo marcada por la movilización del electorado del centro derecha , que se concentró especialmente en el PP, ante el desconcierto de Oltra. Por primera vez, la gestión en el gobierno penaliza a Compromís y su estrategia no surte efecto.

La líder de Compromís, de hecho, se preguntó este lunes " por qué todavía los ciudadanos votan a presuntos delincuentes ". Según Oltra, la pregunta que se tiene que hacer la ciudadanía es "por qué siguen votando al partido de los corruptos, al partido de los imputados".

Para la también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, " no es que se premie a la corrupción ", pero sí que "se sigue dando aire a un partido que está lleno de presuntos corruptos y que ha saqueado esta tierra, que ha saqueado las arcas públicas y que presuntamente se ha financiado ilegalmente con ese saqueo".

Oltra ha negado que con estas palabras esté arremetiendo contras los más de 917.000 votantes del PP en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig , le ha exigido que retire los «insultos a los votantes del PP» .

Las semanas anteriores a las elecciones y durante la propia campaña electoral ya se había percibido el malestar de amplios sectores de la sociedad civil contra las políticas del Gobierno valenciano. Las movilizaciones de la educación concertada o de los aficionados taurinos anticipaban una nueva tendencia que se plasmó finalmente en las urnas en contra de los cálculos de Oltra, que ve ahora más lejos la ansiada meta de la Presidencia de la Generalitat mientras su principal rival, Isabel Bonig, cobra la primera ventaja.