La encrucijada de Ximo Puig

Puig había fiado su suerte para resultar reelegido en el congreso de la segunda federación socialista más importante de España al hecho de haber recuperado la Generalitat tras veinte años en la oposición .

Sin embargo, su respaldo a Susana Díaz le pasa factura , y el sector de Sánchez y José Luis Ábalos considera oportuno que se instala una suerte de «bicefalia» con un presidente de la Generalitat centrado en la gestión del Gobierno que comparte con Compromís y un secretario general volcado en las tareas de partido.

Puig percibe el pulso del «sanchismo» como una «oportunidad» para explicar a los militantes los progresos que, a su juicio, ha experimentado la Comunidad Valenciana gracias al conocido como Acuerdo del Botánico, para lo que centrará sus esfuerzos en convencerles de la necesidad de reeditar el pacto de gobierno con Compromís y Podemos , con el objetivo de evitar el retorno del Partido Popular al Palau de la Generalitat en 2919.

El secretario general del PSPV ofrecerá la integración de todas las sensibilidades para que su Ejecutiva , en el caso de ganar las primarias, refleja la foto del partido que deparó el proceso en el que resultó elegido Pedro Sánchez, que en la Comunidad Valenciana vapuleó a Susana Díaz.

Toda una encrucijada para Puig, que se enfrenta al reto más importante de su dilatada trayectoria política.