Aforo limitado y circuitos para moverse por la arena: Benidorm prepara sus playas para la desescalada

La ciudad acumula cada año más de dieciséis millones de pernoctaciones y sus hoteles facturan cuatro millones de euros. Un negocio en el que las playas y los meses de julio y agosto resultan cruciales. De ahí que se esté preparando un plan para dotarlas de la máxima seguridad ante al pandemia del Covid-19.

Al respecto, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha afirmado este jueves que el Ayuntamiento no instalará mamparas divisorias en las playas para fijar el distanciamiento social, como se ha planteado en otros destinos, porque, a su juicio, no es aplicable a la realidad de sus playas urbanas y por las temperaturas que se pueden llegar a alcanzar sobre la arena.

Asimismo, ha precisado que se descartan porque esas pantallas impedirían la circulación de corrientes de aire y se alcanzarían temperaturas demasiado elevadas.

«Hace veinte días que lo estamos rechazando porque sería como no conocer nuestas playas. Imagínense qué temperaturas podrían llegar a alcanzarse en la arena en julio y agosto sin que corriera la brisa», ha puntualizado Pérez.

Aun así, el alcalde ha asegurado que la ciudad contará con las medidas de seguridad que ofrezcan todas las garantías necesarias de distanciamiento a los usuarios.

Para ello, se diseñará un plan de ordenación del arenal y de las aguas de baño en el que habrá control de aforos y también de flujos y direcciones para mantener el distanciamiento físico obligado.

Estas medidas se están estudiando dentro del plan «Benidorm DTI + Seguro» que se presentará a finales de junio. «Nuestras playas siempre fueron muy saludables pero ahora tienen que ser extremadamente cuidadosas en lo sanitario», ha concluido Pérez.

La ciudad de Benidorm se situó en 2019 como el cuarto destino nacional con mayor número de pernoctaciones turísticas, al registrar 16,2 millones, según los datos aportados por la patronal Hosbec