La compra de una bicicleta provocó la caída del mayor laboratorio de billetes de 500 euros en Europa
Cuatro de los detenidos se conocieron en la prisión de Piccasent y montaron un grupo que fabricó ocho millones de euros, indetectables incluso para los cajeros
El cabecilla, detenido en 2009, ya había cumplido condena por los mismos hechos
Madrid
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Iniciar sesiónUna bicicleta eléctrica y un tramposo le costó la caída al grupo criminal y propició que Policía Nacional y Mossos d'Esquadra desmantelaran el laboratorio más importante y activo de Europa de la última década en la producción de billetes falsos de 500 euros ... , de «altísima calidad». Doce personas han sido detenidas, entre las que se encuentran el presunto impresor y los principales distribuidores. Además, se han realizado seis entradas y registros en viviendas y se han registrado dos naves industriales y una caravana en las provincias de Alicante, Barcelona, Málaga, Teruel y Valencia.
La investigación Casino-Centinela tuvo el punto de inflexión el 12 de agosto de 2021 cuando un individuo compró en una tienda de motos de las afueras de Barcelona una bicicleta eléctrica que pagó con dos billetes de 500 euros. El vendedor descubrió al ir al banco que el dinero era falso. Dos días después, un vecino de Cervelló encuentra en el jardín de una vivienda una bolsa con 4.350.000 euros falsificados, también en billetes de 500 y alerta a los Mossos. Parece casual, pero no lo es. El dueño de la casa los había alejado de su chalé alertado por su compinche que nada más quedar en libertad tras 48 horas detenido le llama para avisarle de lo que ha ocurrido. Era quien había sacado dos billetes de 500 de esa mochila a hurtadillas.
El ADN hallado en el interior de la bolsa lleva hasta la identificación de los seis 'cocineros' de los billetes. Uno era el propietario de la casa, otro vivía en Sant Cugat del Vallés y los otros cuatro en la Comunidad Valenciana. Estos últimos habían coincidido en la prisión de Picassent, entre ellos el impresor, Tomás, un individuo que ya había sido detenido en 2009 por los mismos hechos y había cumplido condena. Salió de la cárcel en 2017 y montó de nuevo el negocio con sus colegas expresos. El segundo también había sido arrestado con 700.000 euros falsificados, uno más con billetes de 50 y el cuarto por corrupción de menores. Había sido extraditado a España tras huir a Guatemala para trabajar en un orfanato, donde había vuelto a las andadas.
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Las investigaciones policiales comenzaron a mediados del año 2021, al detectarse la circulación de billetes falsos de 500 euros de una gran calidad por toda España. La Brigada de Investigación del Banco de España tuvo conocimiento de numerosos hechos delictivos con ese tipo de billetes. Los agentes contaban, además, con la identificación del principal sospechoso y detectaron que el nuevo billete falso tenía muchos nexos con los intervenidos en 2009. Las pesquisas se cruzan con las de la Unidad Central de Falsificación de Moneda de Mossos y los análisis confirman que se trata de la misma adulteración.
El impresor había vuelto a reunir al grupo en torno a una nave de la provincia de Valencia, donde montó el laboratorio. Durante el tiempo que duró la producción (alrededor de 3 meses), cada uno de ellos realizó diferentes funciones, como limpieza de máquinas, compra de materiales, etc., llegando a imprimir una cantidad de billetes falsos estimada en unos 8.000.000 de euros. Ese dinero era destinado a la comisión de diferentes actividades delictivas, como la compra de droga y también a introducirlo en el circuito financiero.
Tomás, un maniaco de la seguridad, vivía con su mujer y la hija pequeña de ésta en una mansión de Altea. Se dedicó a hacer acopio de material y cuando lo tuvo reunió a sus colegas y empezaron a trabajar las máquinas a todo trapo. Los billetes siguieron entrando en diferentes ciudades, pero en pequeñas cantidades.
Con la llegada de la pandemia a inicios de 2020, al no poder realizar nuevos pedidos de material a China, ya que se encontraba cerrada comercialmente, la producción siguió paralizada. En este punto, decidieron trasladar el laboratorio hasta una nave próxima al domicilio del impresor, cercana a Alfaz del Pi (Alicante). Se trataba de una nave bastante discreta y que era utilizada únicamente para almacenar el laboratorio, a la espera de encontrar una nueva nave para la producción. Allí el impresor se sentía seguro, y aparecía con cierta asiduidad, principalmente para reparar vehículos que luego vendía en portales de Internet.
El grupo se había quedado sin financiación y recurrió a una organización de narcotraficantes del Este (uno de los miembros detenidos es albanés) que puso el dinero para seguir trabajando. Esa financiación se la devolverían en billetes falsos para que los narcos compraran cocaína en Suramérica. La idea inicial era trasladar el laboratorio a Brasil, pero finalmente se decantaron por Francia.
Hasta que el grupo conjunto de Policía y Mossos les paró los pies y detuvo a doce personas, entre ellos los principales investigados. Se han practicado registros en Xirivella, Sagunto, Altea, La Nucía, Terriente, Sant Cugat del Valles y Cervelló. Se calcula que este grupo criminal ha producido en nuestro país 8.000.000 en billetes de 500 euros falsos, por lo que más de la mitad de la producción estaría en circulación, según admitieron responsables policiales de ambos Cuerpos.
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Los detenidos pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de la falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal e ingresaron en prisión.
Los beneficios son incalculables puesto que habrían vendido parte de esos billetes a un 5 por ciento de su valor y además habían logrado mejorar las medidas de seguridad y la calidad de las falsificaciones al máximo. «Los billetes tienen una calidad de 9,7 sobre diez», estima Sergi Sánchez, jefe de la Unidad Central de Falsificación de Moneda de los Mossos d'Esquadra. La bolsa hallada en el jardín de uno de los cabecillas era parte del pago a los narcos. Esa es la pieza del puzzle que falta por completar.
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