El CGPJ afronta su primera reunión para renovar el TC con la vista puesta en Europa

Como informó ABC, los vocales conservadores no pondrán candidatos sobre la mesa mientras no se aborden antes cuestiones que consideran básicas, como las consecuencias que tendría en el Tribunal Supremo vaciar aún más su plantilla. Sacar en este momento a otros dos magistrados del TS –como históricamente viene haciendo el Consejo en cada renovación que le corresponde– agrandaría aún más el agujero que ha ocasionado la reforma promovida por el Gobierno hace un año y medio y por la cual el CGPJ no puede hacer nombramientos mientras permanezca en funciones. Consciente de que esta reforma imposibilitaba la renovación del TC, el Ejecutivo se autoenmendó el pasado julio y levantó el veto de estos nombramientos sólo respecto al órgano de garantías. No en vano la entrada de estos cuatro nuevos magistrados implicará un vuelco en las mayorías del tribunal, que pasará a ser progresista.

La preocupación por incrementar de 14 a 16 el número de vacantes en el Alto Tribunal, sumada a las reticencias de magistrados conservadores del Supremo a participar en esta maniobra del Gobierno, no solo han imposibilitado que el CGPJ cumpliera el martes el ultimátum que el Gobierno introdujo vía enmienda, sino que complican sobremanera que la negociación entre ambos bloques se cierre en cuestión de días. Sin acuerdo entre la mayoría conservadora del Consejo y los progresistas es imposible consensuar dos nombres porque se requiere una mayoría de tres quintos (12 de los 19 vocales) a la que en estos momentos ni uno ni otro bloque llegan.

Al «estropicio» (en palabras de Lesmes) que la reforma que maniató al Consejo ha supuesto se suma, además, la incertidumbre de la vacante que el pasado junio dejó en el TC el magistrado Alfredo Montoya y cuya propuesta corresponde al Senado, donde también se necesita una mayoría cualificada, lo que condena a PP y PSOE a entenderse. El propio Lesmes hizo este llamamiento en la apertura del año judicial, el miércoles de la semana pasada, y Europa le respaldó apenas unas horas después.

Con este escenario los dos representantes del bloque conservador que este viernes se reunirán con sus compañeros progresistas no ven a día de hoy otra opción que no sea un acuerdo global que desbloquee todo el poder judicial, lo que incluye al propio CGPJ, en funciones desde diciembre de 2018, y el cumplimiento de los estándares del Estado de Derecho que pide Europa. En este sentido, los vocales tienen la esperanza de que la visita a España, a finales de este mes, del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, sirva de palanca a este desbloqueo y falicite el acuerdo entre los implicados.

La carta de la vicepresidenta de la Comisión Europea Vera Jourová apoyando el discurso de Lesmes y apelando a la renovación del Consejo y, a continuación, a la reforma del sistema de elección del CGPJ para que los jueces sean elegidos por la propia carrera, fue recibida con entusiamo entre la mayoría de los vocales, que confían en que la solución llegue pronto. Creen que el mensaje que traslade Reynders no estará sujeto a interpretaciones interesadas y que Gobierno y PP tendrán que acatar el criterio de Europa.