Peritos de Hacienda confirman pagos en metálico del Palau de la Música a tesoreros de Convergència

Técnicos de Hacienda, de la auditora Deloitte, que analizó el desfalco del Palau de la Música, y peritos económicos designados por las defensas de Fèlix Millet y Jordi Montull han comparecido hoy ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga el saqueo, en la segunda de las tres sesiones que se han previsto para que detallen los movimientos de fondos que examinaron.

El interrogatorio de los peritos se ha centrado en el destino de los 18 millones en efectivo que Millet y Montull lograron hacer desaparecer del Palau de la Música entre 2002 y 2008, 10 de ellos mediante cheques al portador que se pagaron en ventanilla de sucursales bancarias, sin identificar quién los cobraba.

Las explicaciones de los técnicos de la Agencia Tributaria han dado sustento a las tesis de la Fiscalía, al concluir que los extesoreros de CDC recibieron dinero en efectivo que previamente se había cobrado mediante talones en cuentas del Palau de la Música.

Los peritos han señalado la proximidad temporal entre esos cobros y las aportaciones que Ferrovial hacía a la Fundación del Palau de la Música, en conceptos de patrocinio, por lo que concluyen que el dinero que la constructora pagaba a la entidad cultural salía poco después mediante talones al portador, cuyos importes iban a parar a manos de Torrent, ya fallecido, y después a Daniel Osàcar.

La Fiscalía sospecha que los extesoreros de CDC cobraron mediante ese sistema 3,7 millones de euros de la constructora Ferrovial -en presuntas comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de obra pública-, que se suman a otros 2,9 millones de euros que la formación política habría recibido a través de los convenios de colaboración con la Fundación Trias Fargas -luego Catdem- y facturación falsa de empresas proveedoras del partido.

Según los técnicos de Hacienda, esos talones cobrados en efectivo que supuestamente fueron a parar a los extesoreros de CDC se giraron a unas cuentas del Palau de la Música que no se hicieron constar en la contabilidad oficial de la entidad cultural.

También sobre cuentas ajenas a la contabilidad oficial del Palau se expidieron los talones con los que la fundación Trias Fargas, vinculada a CDC, recibió 630.000 euros, entre los años 1999 a 2008, en virtud de convenios anuales de colaboración para la promoción de la cultura catalana, han añadido los inspectores de Hacienda.

Los peritos también han señalado que, de los 18 millones de euros expoliados del Palau mediante disposiciones en efectivo, un total de 7,8 millones fueron a parar a los bolsillos de Millet y Montull, más de 500.000 euros a costear sus viajes de vacaciones y otros 400.000 euros a otros gastos particulares, principalmente sus servicios domésticos.

Para llegar a esas conclusiones, los peritos se han basado en un libro de cuentas que fue hallado en un caja de seguridad que Millet tenía en el banco, a la que se llegó a través de un listado intervenido en la caja fuerte que el expresidente del Palau de la Música poseía en su despacho.

En ese listado, que detallaba movimientos de ingresos y salidas, se han basado los peritos de Hacienda para concluir que Millet y Montull se repartían habitualmente el dinero cobrado en efectivo en el banco en una proporción de 80 y 20%, respectivamente. "Ese porcentaje se repite en otros documentos" , ha señalado una perito de Hacienda.

Por su parte, los peritos designados por las defensas han intentado justificar el destino de cerca de 8 millones de los 10 que la Fiscalía y la Agencia Tributaria creen desaparecidos. Según estos técnicos, 2 millones correspondían a pagos en negro a empleados del Palau, 1,5 a las dietas de los miembros de los coros del Orfeó Català y otros 5 al pago de distintas facturas emitidas por la entidad cultural.

El fiscal Emilio Sánchez Ulled ha puesto en duda la veracidad de esas facturas con las que los peritos de la defensa intentan justificar los 5 millones desaparecidos y, como muestra, ha recalcado que una de ellas fue confeccionada en catalán pese a ser emitida por una empresa de León. EFE