Mas, que reemplazó ayer al candidato de Democràcia i Llibertat en un mitin en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), reconoció que en Cataluña a veces «se complica la vida a sí misma», en referencia a las negociaciones con la CUP, pero aseguró asimismo que «saldremos adelante». «A los poderes de Madrid se les desencajará la cara», dicho.
El presidente en funciones insistió en que, ya sea por la vía de la «investidura» en enero o por la de nuevas elecciones en marzo, «esto tiene salida», pero avisó de que si el soberanismo no se moviliza ante las urnas el 20 de diciembre ni en futuros comicios, el proceso soberanista quedaría totalmente indefenso ante el «poder» del Estado.
El líder de CDC abundó en sus críticas al Estado asegurando que actúa «sin contemplaciones» , «menosprecia la democracia» y considera a los catalanes como «una propiedad».
En este contexto, llamó aprovechar la «oportunidad» del 20D para decir a través del voto que «no somos propiedad de nadie, solo de nosotros mismos y no súbditos», porque «somos ciudadanos de primer nivel». Mas apeló así a « contrarrestar» los poderes del Estado en el ámbito «económico, financiero» y de la «fiscalía» con el voto, que es la «única fuerza» de Cataluña.
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