El desplante de Aragonès al Rey no satisface a la CUP

«No se puede defender la amnistía y la autodeterminación y sentarse en la mesa con el Rey» , ha aseverado el diputado anticapitalista Carles Riera en la sesión de control al Govern celebrada este miércoles en la cámara catalana. Ayer, la formación se expresó en la misma línea señalando ante la prensa que el Govern de Aragonès tiene la intención de «encubrir» las relaciones con el Estado y la Corona «como si no estuviésemos en una extrema represión».

En su turno de réplica, Aragonès ha defendido su estrategia ante las tres visitas que el Monarca hará a Cataluña en las próximas semanas. «Nosotros defenderemos nuestra posición siempre y en todas partes porque no tenemos ningún problema», ha afirmado antes de resaltar que lo harán incluso si tienen delante a representantes en sus «antípodas». Hoy, Aragonès podría coincidir con el Jefe del Estado en un acto a puerta cerrada con empresarios, no osbtante, no asistirá a la cena de gala que se celebrará posteriormente, a la que el presidente mandará a su consejera de Presidencia después de que su vicepresidente, de Junts, se negara a asistir.

El choque entre Aragonès y la CUP resume el juego de equilibrios que debe hacer el republicano para compatibilizar su intención de ir a los eventos a los que acude el Rey –que también estará en el Mobile World Congress que tendrá lugar a finales de mes en Barcelona– y a la vez mostrar una actitud de confrontación con la Corona . Eso es necesario para cumplir con la intención del nuevo Govern de no ausentarse de las citas improtantes para la economía catalana –algo que importaba menos a su predecesor Quim Torra– y, a la vez, satisfacer las exigencias de choque con la Corona que piden tanto los antisistema como Junts .

De hecho, Junts también ha aprovechado hoy la visita del Rey a Barcelona para atacarle. Así, la consejera de Justicia de la Generalitat, la posconvergente Lourdes Ciuró , ha afirmado este miércoles que el Monarca «no es un activo» que beneficie Cataluña. «El Rey tiene un problema en Cataluña. Va a un territorio del que dice que es Jefe del Estado, y como mínimo la mitad de la ciudadanía de este territorio se siente desvinculada. La Casa Real tiene un problema de simpatías, por decirlo suave, en nuestro país», ha aseverado en una entrevista en Cataluya Ràdio.