Junqueras amenaza al Gobierno y le da dos semanas para elegir entre ERC y Ciudadanos

Los republicanos temen que el acercamiento entre Sánchez y Arrimadas acabe orillando su posición central en el sistema de alianzas del Gobierno y llevándose de paso por delante la «mesa de diálogo» Estado-Generalitat que acordaron con el PSOE y Unidas Podemos a cambio de sus votos en la investidura. «El Gobierno ha escogido lo fácil. No tememos nada porque siempre cumplimos con nuestros acuerdos. Quien debería temer es el Gobierno, porque hemos visto estos días que firman pactos que después desdicen», ha aseverado el dirigente republicano preso en Lledoners (Barcelona) en una entrevista con Telecinco.

Según Junqueras, PSOE y Podemos optaron por no respaldarse en ERC porque las medidas que proponían ellos eran más sociales. Por su parte, el Gobierno acusa a ERC de llevar la negociación por caminos «imposibles». Con todo, Junqueras ha negado que en ningún momento se llegara a cerrar un pacto con el Ejecutivo. Fuentes de La Moncloa explican que fue la vicepresidenta Carmen Calvo quien negoció sin éxito con los soberanistas.

Por otra parte, Junqueras ha vaticinado que los de Pablo Iglesias no podrán aguantar «mucho tiempo» en el Gobierno si este se sigue respaldando en los partidos a su derecha. «Ciudadanos no tiene proyecto. Construyen su perfil intentando destruir y han acabado destruyéndose a ellos mismos», ha concluido. Aunque en Unidas Podemos entienden que ERC está jugando su papel de presión y defienden que el pacto con Cs es «puntual» debido a la situación excepcional.

Poco después de que Junqueras planteara su amenaza con tono de «ultimátum» al Gobierno, Gabriel Rufián ha entrado en escena poniendo negro sobre blanco el margen de tiempo que tiene Sánchez para rectificar. Le ha dado dos semanas, exactamente el tiempo que falta para que caduque la última prórroga del estado de alarma y el Gobierno tenga que acudir de nuevo al Congreso para votar su última extensión. «Diez votos seguros de la derecha a cambio de más banderas o trece votos republicanos de izquierdas a cambio de más ayudas sociales. Ese es el único dilema que hay», ha escrito en su Twitter el portavoz de ERC en en la Cámara Baja. « Quince días para escoger» , ha zanjado.

ERC aprovecha un momento de debilidad en el Gobierno de coalición para presionar a Sánchez e Iglesias. El órdago de Junqueras llega después del caos desatado por el acuerdo estéril con Bildu para derogar «íntegra» la reforma laboral de Mariano Rajoy (2012). En un escenario de debilidad parlamentaria, con la intención de tejer alternativas en diferentes bandos, el Gobierno jugó mal sus cartas en la negociación con la vieja Batasuna y tuvo que recular con un comunicado desesperado y forzado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño , que se enteró del acuerdo por la prensa.

La negociación formó parte de los equilibrios del PSOE para demostrar a ERC que no depende de ellos . Precisamente la votación salió adelante sin su apoyo. El documento del acuerdo no trascendió hasta después de la votación. Lo firmaron la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra; el portavoz Unidas Podemos, Pablo Echenique, y la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua. A principios de semana, el presidente autorizó el diálogo con Bildu, del que se encargaría Lastra, y el acuerdo se materializó el miércoles antes de la votación.