La próxima pandemia llega al Liceo

'Lucia' es un título que se presta a hablar de enfermedades mentales. Su protagonista es una mujer escocesa del siglo XVII enamorada de Edgardo, que pertenece a una familia rival, como en 'Romeo y Julieta'. El peso de las prohibiciones acaba con su equilibrio emocional, al punto que el día de su boda asesina al prometido que le querían imponer en lugar de Edgardo. Presa del dolor, Lucia canta el aria 'Il dolce suono', en la que Donizetti retrata con una aterradora precisión el estado mental de su personaje. «Lucia es una mujer fuerte que lucha por su libertad en la sociedad en que le ha tocado vivir, hasta que el único camino que le queda es el de la locura y la muerte», valora la directora de escena, Barbara Wysocka. «La historia es actual y trágica», añade.

En esta puesta en escena, ambientada en los Estados Unidos de la época Kennedy, Wysocka ha tenido muy presente el sufrimiento no solamente de Lucia sino del propio compositor, que «sufrió muchas pérdidas cercanas durante su vida: sus padres, su mujer, sus hijos…», lo que la lleva a afirmar: «Yo oigo el tema de la muerte en esta música».

Aunque la producción se estrenó hace seis años en la Bayerische Staatsoper de Múnich, Wysocka está convencida de que mantiene su vigencia pese a que «la concebí en un mundo completamente diferente al actual». Para el protagonista masculino, Javier Camarena, es un ejercicio que demuestra «que la ópera no es solamente entretenimiento, sino reflexión sobre la realidad, y que trata de hacer de la realidad algo mejor».

La función del día 27 tendrá un reparto especial, que encabezarán tres jóvenes cantantes con los que el Liceo quiere empezar a lucir su futura cantera: Serena Sáenz como Lucia, Carles Pachón como Enrico y César Cortés como Edgardo. Aunque no coincidirán sobre el escenario, sí que han compartido ensayos con las estrellas del reparto principal. Es una experiencia de las que marcan, a juzgar por su entusiasmo. Cortés asegura: «He recibido más de lo que voy a poder dar», mientras que Sáenz valora la oportunidad de «tener tan cerca unos referentes, de los que no solamente te nutres a nivel profesional sino también personal». Y parece que el sentimiento es mutuo. Sierra ha tenido muy presente estos días los días que, en sus inicios, compartió ensayos con Marilyn Horne, de la que aprendió «tanto a ser una diva como a ser una buena persona». Si hubiese que buscar una sola pega a esta cooperación, quizás sería la que resume Serena Sáez entre risas: «Da pena que solamente tengamos una función porque lo estamos haciendo muy bien».