CLÁSICA
Mil maneras de bajar una tecla
Pérez Floristán exhibió en Barcelona un trabajo de orfebrería que requiere larguísima, meditada y madura preparación
Pep Gorgori
El piano es un instrumento relativamente sencillo de manejar. Se baja la tecla con un dedo, y suena una nota. Es diferente un violín, ya que frotar las cuerdas con el arco no es garantía de lograr algo que vaya más allá del maullido de ... una gata en celo. Ahora bien, tras esa aparente simplicidad se puede esconder una amplia paleta de recursos, siempre que el bajador de teclas tenga el talento suficiente. En su primer recital en el Palau de la Música Catalana , Juan Pérez Floristán demostró ser uno de nuestros intérpretes más talentosos y dominar la pulsación hasta límites inversemblantes.
El intérprete sevillano escogió tres obras unidas por la voluntad de sus autores de trascender las posibilidades del piano y explorar sus recursos tímbricos. Abrió el repertorio la «Musica ricercata» de Ligeti. Esta partitura incluye una panoplia de indicaciones para describir con la mayor precisión cómo el pianista debe atacar a la nota. Esto es, cómo el dedo tiene que impactar con la tecla: ligando los sonidos a los anteriores, separándolos, destacando cada nota individualmente, dejando libre la cuerda para que solamente suenen los armónicos, y así un largo etcétera. Un catálogo de maneras de bajar una tecla, cuyo resultado es una obra de una variedad y riqueza impresionantes.
Pérez Floristán exhibe una digitación bastante apartada de lo que se podría considerar canónico, pero -quizás precisamente a causa de esto- logra unos matices insospechados controlando con precisión milimétrica el movimiento de cada dedo. Un trabajo de orfebrería que requiere larguísima, meditada y madura preparación.
Con estos mimbres, no es de extrañar que las versiones que ofreció de la sonata «Appasionata» de Beethoven y de «Los cuadros de una exposición» de Mussorgsky rezumaran originalidad y frescura a cada compás. Además, claro está, de una tensión y energía que son ya marcas de la casa y, aunque en ocasiones hacen pasar algún que otro mal trago, se agradecen por lo que aportan de autenticidad a un concierto en directo.
Esperemos, pues, que en breve la ciudad de Barcelona tenga una nueva ocasión para poder escuchar a Juan Pérez Floristán, no con agostidad sino en uno de los ciclos que se programan durante el resto de la temporada, a los que se invitan a grandes figuras internacionales. Así el público local podrá llenar la sala, que ayer lucía a no más del 40% de su aforo, y apreciar el duende que gasta el hispalense bajando teclas.
Estiu al Palau. Juan Pérez Floristán
Música: Ligeti, Beethoven, Mussorgsky. Intérprete: Juan Pérez Floristán, piano. Fecha: 13 de agosto. Lugar: Palau de la Música, Barcelona.
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