Albert Adrià: «Siempre regreso a casa con necesidad de jamón»

El chef catalán apura y disfruta del verano, ahora que su hermano clausuró elBulli. Desconectar es la meta

ANA LUISA ISLAS

Albert Adrià tiene 41 años. A los 15, se mudó a Cala Montjoi para trabajar con su hermano Ferran en el recién clausurado elBulli. Hace seis meses inició otra aventura en la avenida del Paral.lel, en Barcelona: Tickets. Sobre su local considera que ya ... lo dijo bien su hermano Ferran: «No queremos el mejor restaurante de tapas del mundo, sino un bar de tapas para todo el mundo». Siendo más realistas, para todo aquel que anticipe tres meses un tapeo con los amigos. Y es que aunque a Albert le siente peor la fama que a su hermano, el apellido Adrià pesa mucho en la cocina.

—¿A dónde iría de vacaciones?

—Me encantaría ir a Asia. Me gustan los sitios donde puedo ir con mi esposa y mi niño, en los que podamos estar tranquilos, no conozcamos a nadie y pasemos inadvertidos. Un lugar tranquilo como las Maldivas.

—¿Y para que sean ideales?

—Mientras menos haga, mejor. Me gusta no hacer nada, desconectar.

—¿Lo logra realmente un chef?

—En elBulli era más complicado, estábamos buscando todo el tiempo crear la tortilla. Eso agota. Aquí solo nos encargamos de hacer buena comida, sin tener que desarrollar tanto la creatividad, pues cuando se está trabajando no se descansa nunca. —¿Cómo desconecta usted?

—Para mí la felicidad tiene mucho que ver con un vermut, olivas, patatas fritas, boquerones y unas anchoas. Cuando voy al extranjero, suelo llevar lo que llamo el kit vermut , que consiste en algo de latería. Una vez que llego, me siento y tomo un aperitivo, para desconectar.

—¿Es de los que no viajan sin jamón?

—Debo confesar que he caído en la tentación de comprar jamón en el aeropuerto, si me voy por mucho tiempo. Cuando vuelvo, siempre regreso con necesidad de jamón.

—¿Le gusta comer de todo?

—Uno cocina como es y es como cocina. A mí me gusta comer, me gusta probar de todo, visitar restaurantes, no para ver a la competencia, sino para admirarla.

—¿Qué cocinas de fuera admira?

—La cocina asiática, la china y la japonesa. La limpieza de sus sabores. También me gustan la cocina mexicana y la peruana, son mis preferidas en cuestión de comida. De hecho, aquí, en Tickets, ofrecemos un ceviche: creo que se pondrá de moda.

—¿Qué lleva en la maleta?

—Mi iPhone o mi iPad con música y películas. Me gusta verlas en los aviones. —¿Qué tipo de películas disfruta?

—Algunos clásicos, como Hitchcock, cine de los 70, de todas las épocas.

—¿Lleva cámara de fotos?

—No, no soy de vivir de los recuerdos.

—¿Y trae algo de fuera?

—Siempre regreso con cerveza de los lugares a donde voy. Me gusta probar de la buena, de la que beben. Mi favoritas son las rubias, bien heladas.

—Dicen que no hay sitio en Tickets para el resto del año, ¿es cierto?

—No, eso es un mito. Se abren las reservas cada día con tres meses de antelación. Y además, si te pasas por aquí temprano, puede ser que haya alguna cancelación.

—¿Y el siguiente paso para el local?

—Me preocupa poco. Pero puestos a elegir, Nueva York. No sería lo mismo, habría más contacto con la calle. Tendría que adaptarse a la ciudad que lo acoge.

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