Las estaciones catalanas de esquí, confiadas en remontar la temporada a partir de Navidad

Baqueira-Beret, por ejemplo, se ha propuest o abrir parcialmente el 11 de diciembre. La estampa será totalmente diferente a la de otros años, pues la estación tiene mayoritariamente usuarios madrileños y el confinamiento autonómico (vigente hasta el 21 de diciembre, si todo sigue su curso) cambiará, a la fuerza, el perfil de los esquiadores.

También serán diferentes las tónicas de otros años, algo en lo que coinciden varias estaciones. Si hasta ahora funcionaban muy bien las reservas de «packs» de fines de semana y puentes , este año se confirma la última hora en las compras de forfaits. «En septiembre ya solíamos tener bastante llenas las fechas de Navidades, pero este año no, y eso que ya llevamos meses preparándonos en todos los sentidos para ser un destino seguro», explican desde la estación del Valle de Arán.

Por su cuenta, las seis estaciones que dependen de la Generalitat (La Molina, Vallter 2000, Vall de Núria, Port Ainé y Espot) prevén abrir de manera progresiva a partir del 7 de diciembre , en medio del puente de la Constitución. Se trataría de un lunes, con lo que, de acuerdo con los planes actuales del Govern, el confinamiento sería únicamente territorial y los fans catalanes de los esquís no tendrían restricciones de movilidad para llegar a pistas.

Toni Sanmartí, director del área de Turismo y Montaña de FGC (que gestiona estas pistas), remarca a ABC que la arrancada, en mitad del puente, será progresiva precisamente para llegar «en la época de Navidad con las medidas perfectamente implantadas y la explotación al 100%».

Sanmartí se muestra esperanzado con la temporada, a pesar de todo, y es que confía en conquistar a clientes que otros años han priorizado ir a esquiar al extranjero y han dejado de lado las estaciones autóctonas. «Tenemos la gran oportunidad de fidelizar clientes catalanes y hacerles ver que tenemos buenas estaciones», incide. Además, desde FGC también se cree que este año las visitas a las pistas serán más repartidas durante toda la semana, y no solo fines de semana. «Al final, la gente está deseando esquiar y en cuanto puedan cogerán los esquís y días libres para visitarnos. Al final somos un deporte y al aire libre, tenemos los mínimos riesgos», sentencia.

Otras estaciones, como La Masella (en la Cerdaña y que el año pasado fue la primera catalana en abrir la temporada), no se atreven a poner fecha y siguen a la espera de las directrices de la Generalitat. Port del Comte, especializada en el esquí alpino, ya ha acumulado suficiente nieve y prevé dar el pistoletazo de salida a la temporada el próximo lunes, aún sabiendo que las restricciones actuales pueden frenar a los visitantes. Ellos avisan de que entre sus medidas, habrá la obligatoriedad de ir con mascarilla en los remontadores mecánicos y espacios cerrados así como el uso de telesillas por grupos burbuja.

Además, los responsables de las estaciones reiteran que en las pistas no habrá problema de aglomeraciones, ya que se ha trabajado duro para que estas no se produzcan ni en las colas de los remontadores. Además, la longitud del esquí funciona como un aliado en la pandemia, ideal para garantizar las distancias de seguridad. Los servicios de las pistas, desde las zonas de restauración, las escuelas, taquillas o el alquiler de material, también han incorporado medidas de seguridad.

Los portavoces del Govern confirmaron este jueves que si la evolución del virus sigue la buena tendencia de estos últimos días no se plantean alargar el confinamiento municipal para frenar estas escapadas. La restricción territorial en Cataluña, además, quedaría levantada el 21 de diciembre. Con todo, el Covid y el Procicat tendrán la última palabra, ya que este año parece que no será ni por las bajas temperaturas ni por la nieve, que ya tiñe de blanco buena parte de las estaciones.