Los catalanes quieren que gobierne el PSC, pero dan por hecho un pacto independentista

Según el estudio, un 31,2 por ciento de los 4.300 entrevistados apuesta por un tripartito de izquierdas con el PSC, ERC y En Comú. A esta cifra hay que sumar el 12,7% de ciudadanos que se muestran partidarios de que Salvador Illa gobierne en solitario y buscando pactos «variables» con la oposición. Por contra, un 23,2% de los encuestados desea un acuerdo entre independentistas (ERC, Junts y CUP) como el que ha gobernado Cataluña desde la investidura de Carles Puigdemont en 2016.

La encuesta conocida hoy también revela que únicamente el 5,7% de los catalanes desea un gobierno de ERC en solitario , opción que los de Pere Aragonès llevan días promocionando como alternativa al actual bloqueo de las negociaciones, pero que Junts ha negado a pesar de que inicialmente la planteó como solución en caso de no llegar a un acuerdo con los republicanos. Ambas formaciones tienen tiempo para pactar hasta el 26 de mayo, fecha en la que se activará la repetición electoral automáticamente si no hay una investidura.

Una vez más, el estudio demoscópico realizado por el organismo que dirige el socialista Féliz Tezanos es generoso con el PSC . De hecho, además de señalar a los socialistas como partido favorito para gobernar, su líder, el exministro Salvador Illa , es el único que recibe un aprobado (5,1 sobre diez) por parte de los encuestados. El resto de dirigentes catalanes, tanto independentistas como constitucionalistas, suspenden con notas que van del 4,8 de Pere Aragonès (ERC) al 2,3 de Ignacio Garriga (Vox), el líder peor valorado.

Otras cuestiones planteadas en la encuesta también entroncan con tesis que podrían llegar a favorecer al PSC. Es el caso del apartado que pregunta por la posibilidad de reformar el Estatut para que, al igual que en Euskadi y Asturias , se otorgue el gobierno al partido que haya obtenido más votos y escaños, en este caso el PSC. Según el estudio, casi la mitad de los encuestados (49,9%) se muestra partidario de esta opción frente a una cuarta parte que lo rechaza de plano (25,8%). También hay un 56,3% que se muestra a favor de una ley electoral que garantice que las cuatro provincias catalanas tengan un peso proporcional a su población, lo que primaría a Barcelona (donde tienen más peso las opciones constitucionalistas) frente a las circunscripciones menos pobladas.