Marlaska contra Illa: la Policía Nacional no dejará Vía Layetana

La posición de Interior choca de plano con la nueva adoptada por el PSC, desde agosto al frente de la Generalitat, que de mostrarse partidario de que memorial y CNP conviviesen en el mismo edificio, ha pasado a defender de manera clara la salida de la Policía, un cambio de posición no ajeno, sostienen fuentes políticas, a la negociación de los Presupuestos Generales y a los acuerdos de investidura tanto de Pedro Sánchez como de Salvador Illa.

Como informó en su edición de ayer ABC, el consejero de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, Ramon Espadaler –de Units, partido coaligado con el PSC–, ha enviado una carta a Marlaska pidiéndole llegar a un acuerdo para que los policías se vayan de Vía Layetana para poder llevar a cabo el nuevo proyecto, así como reiterando la necesidad de que el CNP cuente con «una sede moderna, más funcional y operativa» en Barcelona. Desde la Generalitat se precisa a este diario que la motivación en ningún caso es la salida de la Policía, pero que, en contra de lo que se interpretó tras la intervención de Espadaler el miércoles en el Parlament, el memorial es incompatible con Jefatura. Actualmente trabajan en las siete plantas del edificio entre 100 y 200 personas, en Jefatura, Gabinete Técnico, Personal, Riesgos Laborales, sala del 091, Inteligencia, Coordinación y Prensa.

Desde el Ministerio del Interior, titular del edificio –convertido en símbolo y escenario, junto a la plaza Urquinaona, de los incidentes de 2019–, se recuerda que la posición del ministro es clara, y que no «no hay mejor resignificación de un lugar que fue de tortura» que la presencia en el mismo de una Policía Nacional que «lucha contra la violencia, la dominación y el odio», tal y como el mismo ministro defendió en octubre de 2021 en el Senado ante una interpelación de ERC.

Tras conocers las intenciones de la Generalitat, los sindicatos policiales reaccionaron. Nadia Pajarón, portavoz del SUP, expresó en nombre de la central su «rotunda oposición» al intento de expulsar al CNP de Vía Layetana, en un edifico que «representa un bastión del orden constitucional y la seguridad de todos los ciudadanos». Para el SUP, atender la demanda del Govern sería dar un «trofeo a quienes buscan desmantelar el sistema constitucional y debilitar la presencia del Estado en Cataluña». Para Marcos Veiras (CEP), hay una gran preocupación por que el PSOE acabe «cediendo ante el independentismo», en lo que entienden que es parte de la negociación de los PGE. En la misma línea, Ibón Domínguez, portavoz de Jupol, entiende que la «cesión de Vía Layetana es solo el primer paso en el intento de los separatistas catalanes de expulsar a la Policía Nacional de esta comisaría y en consecuencia de todo Cataluña». «Exigimos al Gobierno que reflexione sobre sus decisiones y que no vuelva a sacrificar la seguridad nacional a cambio de un puñado de votos», añade.

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Frente a quienes consideran que la cesión está ya decidida, Adolfo Medina, de SPP, apunta que están «tranquilos». «El ministro del Interior ha manifestado públicamente en no pocas ocasiones que mientras sea ministro, ese hecho no iba a suceder. Confiamos en su palabra. Los hechos serán los que evidencien el valor de la misma», añade.

Las reacciones también fueron políticas. Para este diario, Daniel Sirera, al frente del grupo municipal del PP, la posible salida del CNP «es otra muestra de cesiones del PSC a las exigencias separatistas. Este edificio fue diana de todos los ataques secesionistas violentos de 2019, y con esta decisión solo se aplaude la actuación de los incívicos». Por su parte, para Gonzalo de Oro (Vox), «se demuestra que los socialistas son lo mismo que el separatismo al seguir con su presión para echar a la policía».