El Festival de Peralada renueva completamente su auditorio

La cosa fue creciendo, y la oferta tenía cada vez más enjundia. Algunos artistas fueron —muchos todavía son— asiduos de cada año, en una amalgama que va desde Caballé y Carreras hasta Pink Martini y Serrat. Llegó un momento en que se hizo necesario crear una gradería para acoger a todo el público que quería asistir. Fue así como prácticamente se improvisó una estructura de bastidas, que recuerdan más a una obra inacabada que al glamour de un Liceo o un Real. Pero también se hizo una caja escénica con los mismos materiales, que desde entonces ha servido para acoger montajes de ópera y danza de nivel internacional. Tenía su encanto, pero la situación era algo insostenible.

Tras la defunción de Artur Suqué y Carmen Mateu, el holding familiar —el grupo Peralada es uno de los que mueve más dinero en España, gracias a la actividad de sus bodegas y casinos— quedó en manos de sus hijos: Javier, Miguel e Isabel. Como siempre en estos casos, la rumorología no tardó en disparar algunas dudas. ¿Iban los hijos a mantener el legado cultural de sus padres, o dejarían perder el Festival?

La respuesta ha llegado con un comunicado de prensa en el que el Festival anuncia una inversión de cuatro millones de euros en cambiar las estructuras provisionales por un edificio más acorde con la entidad que ha alcanzado el certamen. «Se trata del paso que había que dar en este momento con el fin de posicionar el Festival y el Peralada Resort en un espacio de liderazgo durante las próximas décadas en el ámbito de los destinos internacionales», ha explicado Carmen Suqué Mateu.

De hecho, las bastidas que sustentaban las graderías ya han desaparecido. Han sido suplantadas por la maquinaria que en breve comenzará a poner los cimientos del futuro auditorio. Seguirá siendo al aire libre, de modo que las cigüeñas seguirán haciendo sus aportaciones a las melodías de Verdi y Puccini como si tal cosa. Pero la caja escénica será mejor e incorporará tecnología que hasta ahora no podía usarse en condiciones.

El proyecto ha sido encargado al estudio de arquitectura Jordi Marcé y, en fases posteriores a la inauguración del nuevo auditorio, incluye también la creación de una sala de ensayo polivalente para acoger residencias artísticas y una futura aula de artes escénicas con proyecto museístico.

Los responsables del Festival aseguran que el nuevo auditorio estará listo para ser estrenado en verano de 2024. Este 2023, la programación se verá limitada a los conciertos en la iglesia del Carme y a la edición de Pascua del Festival, que tendrá lugar en Semana Santa e incluye recitales del contratenor Jakub Josef Orlinski y el tenor Freddie De Tommaso, la ópera 'La giuditta' de Scarlatti, y un concierto con el Oficio de Tinieblas de Tomás Luís de Victoria a cargo del grupo vocal Cantoría.