Prisión provisional para Dani Alves tras la denuncia por agresión sexual en una discoteca de Barcelona

Tal y como avanzó ABC, el suceso se produjo de madrugada en una de las salas de Sutton, donde el futbolista de 39 años habría agredido a la víctima, de 23. Según ha relatado ésta en su declaración ante la juez, el futbolista no solo le habría realizado tocamientos, como afirmó en un principio, sino que la habría violado en un lavabo y también propinado varias bofetadas.

La joven ha asegurado que alguien del local les trasladó que un cliente quería conocerla a ella y a su grupo de amigas. Aunque en un principio declinaron el ofrecimiento, finalmente, aceptaron y así accedieron a un privado. Allí, según dicha versión, el jugador empezó a insinuarse.

Finalmente, la agresión sexual se habría perpetrado en un lavabo, donde la mujer asegura que Alves le obligó a realizarle una felación, aunque ésta se resistió, y luego la habría violado.

Alves ha acudido a dependencias policiales a primera hora de esta mañana, donde ha negado los hechos. De allí ha salido arrestado en un coche policial poco después de las 10.00 horas, entre una nube de fotógrafos que trataban de captar su imagen, cuando el vehículo abandonó el parking.

El jugador se desplazó a Barcelona desde México, donde militaba en el Pumas. Este viernes, tras conocer la información de su encarcelamiento, la entidad deportiva ha rescindido el contrato con Alves «con causa justificada». El Pumas, según declaraciones de su presidente en rueda de prensa, «es una institución que promueve el respeto, el comportamiento íntegro, dentro y fuera del campo». «No podemos permitir que la conducta de una persona perjudique nuestra filosofía de trabajo», concluyó Leopoldo Silva, máximo dirigente del club mexicano. El futbolista aterrizó en las filas del Pumas, tras finalizar su segunda etapa en el Barcelona la temporada pasada.

Durante su estancia en Les Corts, Alves en ningún momento ha sido trasladado al área de custodia de detenidos de la comisaría. Ni a su llegada, ni tras declarar, cuando una patrulla lo ha conducido hasta la Ciudad de la Justicia.

La patrulla lo ha llevado hasta los juzgados de Barcelona, donde la titular del Juzgado de Instrucción 15 ha decidido, tras tomarle declaración y escuchar también a la denunciante, que el futbolista ingrese en la prisión de Brians I (Barcelona).

Según fuentes judiciales, también ha testificado un forense que ha verificado que en el referido baño de la discoteca se encontraron restos de semen del jugador, lo que daría verosimilitud a la versión de la denunciante. A estos indicios para denegar su puesta en libertad, se suma el posible riesgo de fuga del jugador, que ya no tiene domicilio en la capital catalana porque reside en México, y es de origen brasileño, país que no tiene tratado de extradición con España.

El suceso, tal y como detalló este diario, se produjo en la sala de fiestas de la calle Tuset la madruga del 30 al 31 de diciembre. Fueron amigas de la joven las que alertaron a los responsables de seguridad de la sala y éstos activaron el protocolo del ayuntamiento contra las agresiones sexuales en espacios de ocio nocturno. La mujer estaba «muy nerviosa» y no se quedó sola en ningún momento.

Junto a sus amigas, fue trasladada hasta un espacio seguro y los responsables del local alertaron a la Policía catalana, que se desplazaron hasta allí. Cuando la mujer refirió los hechos, el brasileño ya había abandonado la discoteca.

Esa misma madrugada, la mujer acudió a la comisaría de la Policía Catalana en Gràcia, donde interpuso la denuncia, que ratificó dos días más tarde. También acudió a un centro hospitalario para pasar un reconocimiento médico.

Contactados por este diario, desde el entorno del futbolista negaron los hechos. Aseguraron que la información era falsa, pese a que Alves sí estuvo en el citado espacio, aunque durante «poco tiempo» y que allí «no pasó nada». Este viernes, han declinado hacer nuevos comentarios al respecto.

El brasileño sí negó los hechos en un vídeo que envió al programa 'Y aquí Sonsoles', de Antena 3. Alves aseguró: «No conozco a esa señorita. Me gustaría desmentir todo. Yo estuve en ese sitio, estuve con más gente disfrutando. Todo el mundo que me conoce sabe que me gusta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás. Siempre respetando el entorno».