Arranca el juicio a los tres responsables de la falsa oenegé 'Yes we help' por estafar a un centenar de voluntarios
Los afectados, entre ellos Tana Rivera, pagaban a una entidad, con sede en Barcelona, y al llegar a destino, Ghana o Sri Lanka, no existía ningún proyecto
«Gracias a Dios, Tana está a salvo, pero la ONG es un fraude»
El fundador de la falsa oenegé 'Yes we help', Yago Zarroca, y sus dos socios, se sentarán mañana en el banquillo de la Audiencia de Barcelona, acusados de estafar a un centenar de voluntarios. Los hechos se remontan al verano de 2018, cuando, ... tras una campaña en redes, fingieron constituir una entidad sin ánimo de lucro para ofrecer participar en diferentes proyectos solidarios en Ghana, Sri Lanka o Tailandia, pese a que, «o nunca existieron o no estaban organizados».
Lo apunta así la Fiscalía en su escrito de acusación, que pide dos años y medio de cárcel por estafa para cada uno de los tres acusados. También una multa de 2.700 euros y, en concepto de responsabilidad civil, indemnizar a cada uno de los 99 afectados con la cantidad defrauda. Importes que, en cada uno de los casos, oscilan entre los 400 y los 3.000 euros, ascendiendo a un total de 164.000 euros, que es lo que reclaman entre el conjunto de víctimas.
Según indica el Ministerio público, Zarroca y los otros dos integrantes de 'Yes we help' publicaban a través de Instagram que durante el verano del año anterior -2017- ya habían organizado proyectos de voluntariado, «con buen resultado». Incluso, sostiene la acusación, personas contratadas por ellos se ponían en contacto, vía telefónica, con las futuras víctimas, haciéndoles creer que habían participado en dichos proyectos, «a fin de convencerles y darles tranquilidad».
Una vez convencidos, los jóvenes, de entre 16 y 22 años, tenían que firmar un contrato de adhesión y abonar 850 euros, en concepto de gestión -250 euros- y manutención y alojamiento en destino -los 600 restantes-. ¿Qué ocurrió? Cuando los voluntarios llegaron a sus destinos, bien Sri Lanka o Ghana, se encontraron «en una situación de desatención». No existía organización ni control por parte de 'Yes we help', ni tampoco manutención y en ocasiones, tampoco alojamiento, por lo que tuvieron que sufragarlos de sus bolsillos -de ahí que los 850 euros iniciales supusiesen, en muchos casos, mayor desembolso por parte de los afectados-.
Ninguno de ellos realizó voluntariado alguno ya que, o no existían acuerdos con entidades o asociaciones locales, o porque los jóvenes no habían cursado el certificado de antecedentes penales que se exigía para trabajar con menores, entre otros, en el supuesto proyecto dedicado a ayudar en orfanatos. La Fiscalía sostiene así que la intención de los tres acusados fue lucrarse. Entre los afectados por el engaño, Tana, hija de Francisco Rivera e Eugenia Martínez de Irujo, que viajó a Ghana, confiando en participar en la cooperación que ofertaba 'Yes we help'.
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