los martes toros
El futuro de luces
En toda esa ilusión colectiva aparece ahora la fecha del 16 de abril y la presencia en un mismo cartel de cuatro alumnos de la Escuela vestidos de luces
Escuela Taurina de Cataluña
Lo que va del 25 de septiembre de 2011 al próximo 16 de abril. Más de una década de un túnel demasiado oscuro. Solo una resistencia inconformista, rebelde y en lucha, ha mantenido desde aquel día la ilusión, la llama viva, por una pasión heredada ... de sus mayores. La Monumental de Barcelona cerró sus puertas por una orden que el Parlament votó contra derecho, y después, la prohibición política se tornó en veto empresarial.
Las corridas de toros dejaron de programarse pese a que el Tribunal Constitucional sentenció que los toros no estaban prohibidos en Cataluña, pero una abolición de facto mantiene la plaza cerrada a cal y canto. No así el espíritu de los aficionados que siguen la batalla como demuestran los actos en defensa de la Fiesta y su promoción que jalonan cada temporada.
Y entre todo ese entramado taurino que aún sigue vivo, el milagro de la Escuela Taurina de Cataluña formando toreros. Toreros catalanes, chavales que sueñan con la gloria en los ruedos. Así desde hace más de veinte años, un milagro que no tiene otra explicación que el amor sin límites a la tauromaquia. Una entrega que en las próximas semanas va a tener una fecha muy especial. Cada campaña, los alumnos de la escuela participan en numerosos tentaderos, en bolsines taurinos, y hasta en novilladas, por toda la geografía española. En toda menos en su casa. Es el exilio obligado por un sueño.
En toda esa ilusión colectiva aparece ahora la fecha del 16 de abril y la presencia en un mismo cartel de cuatro alumnos de la Escuela vestidos de luces. Un hito que desgraciadamente no va a poder ser en una plaza catalana. Será en la vecina Vinaroz, y allí estarán Mario Vilau, Hugo Casado, Alba Caro y Marcos Adame, que junto con el castellonense José Almagro, van a escribir la página más importante de esta década larga de ayuno catalán.
Cuatro chavales que no vivieron nunca una tarde de toros en la Monumental, cuatro ilusiones que no renuncian ha hacer un día el paseíllo en su plaza, cuatro toreros, cuatro.