La alcaldesa de Ripoll pide a la Generalitat que prohíba usar burkini en las piscinas municipales

La misiva, dirigida a la consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, pide revocar la obligación que tienen los ayuntamientos de tolerar este tipo de indumentaria. Algo que impuso la ley de igualdad de trato y no discriminación, aprobada en 2020, pero que muchos consistorios no cumplieron hasta recibir este pasado mes de junio una carta en la que -además del burkini- se obligaba a permitir el 'topless'.

«Forzar a los gobiernos locales a modificar ordenanzas para implantar su modelo, que fomenta la discriminación y alimenta las contra comunidades y los recelos contra Occidente, nos parece como mínimo contraproducente y peligroso«, sostiene Orriols en el comunicado.

El uso del burkini o prenda integral de baño arrastra una larga polémica tanto en España como en el resto de países de Europa. Sin ir más lejos, la vecina Francia prohibió utilizarlo el año pasado después de que el consejo municipal de Grenoble (sureste) decidió relajar la normativa sobre la vestimenta permitida en las piscinas , aunque sin hacer mención directa al burkini.

La polémica en el estado galo venía de lejos, pues durante los últimos años cada verano se repiten incidentes que enfrentan a los partidarios de esta prenda con los contrarios. Por ejemplo, en 2019 una quincena de activistas se encerraron en una piscina del distrito 11 de París para protestar contra la prohibición del controvertido traje de baño encubierto. El grupo entró en las instalaciones bajo el grito de «¡Nos bañaremos, nos bañaremos! Incluso si los racistas no quieren, nos bañaremos ». Entre las activistas se encontraban cinco mujeres musulmanas con burkini.