Muere Ángel Martín, el 'héroe de Tábara' que luchó contra el fuego para salvar su pueblo

Este bilbaíno de 53 años y afincado desde hace tiempo en la localidad zamorana no ha podido superar las quemaduras que afectaban al 80 por ciento de su cuerpo tras el siniestro y finalmente ha perdido la vida.

Las imágenes en las que se veía su agónica lucha contra el avance del incendio de Losacio hasta que las llamas le alcanzaron conmovieron a toda España. Milagrosamente, consiguió saltar de la máquina y correr hacia un lugar seguro, pero en carrera con el cuerpo ya prendido, topó primero con una verja que hizo aún más agónica su huida. Las secuelas eran graves y había permanecido ingresado hasta ahora. Tres meses en los que la fuerza del fuego ha demostrado una vez más su voracidad.

Un cambio brusco de viento y la fuerte velocidad a la que propagaba las llamas hicieron que en segundos la máquina que manejaba Ángel se viese rodeada por las llamas, que avanzaban sin freno hacia las casas y naves de Tábara que los vecinos querían salvar. Se salvó «de milagro», como reconocían entonces quienes presenciaron una escena que jamás olvidarán. Pero no ha podido ser, la gravedad de sus quemaduras han resultado incompatibles con la vida tras tres meses de lucha en el hospital.

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Ángel Martín se suma así a los otros tres fallecidos en el incendio de Losacio de este verano, que calcinó unas 30.000 hectáreas. Eugenio Ratón, natural de Sesnández de Tábara, que llevaba cerca de un mes ingresado en el Hospital de Getafe tras sufrir quemaduras en gran parte de su cuerpo cuando falleció el pasado mes de agosto; el brigadista Daniel Gullón Vara, natural de Ferreras de Abajo, que trataba de extinguir las llamas y el pastor Victoriano Antón Ratón, residente en Escober de Tábara, que fue hallado muerto junto a su ganado.

El Ayunto de Tábara, localidad muy conmocionada, ha decretado tres días de lucho en señal de duelo por Ángel, un vecino «muy colaborador» al que su afán por salvar a su pueblo del horror de las llamas le ha terminado costando la vida, después de un verano aciago en el que las llamas han reducido a cenizas más de 200.000 hectáreas en toda España, unas 90.000 en Castilla y León, con Zamora como la provincia más afectada. Sólo entre el incendio de Losacio, que se ha llevado tres meses después a Ángel, y el que unas semanas antes calcinó la vecina sierra de la Culebra, unas 60.000 hectáreas arrasadas y cuatro vidas segadas.