Agentes de diferentes Cuerpos escoltan al féretro del teniente coronel tiroteado en Santovenia
Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Valladolid acompañan a la comitiva en su salida hacia Valdemoro
Valladolid
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Iniciar sesiónMañana de duelo en Valladolid. Agentes de los diferentes Cuerpos se han unido este miércoles para dar el último adiós al teniente coronel Pedro Alfonso Casado, a quien un bala de un disparo «a ciegas» segó su vida mientras cumplía con su trabajo. ... Traje de gala para decir adiós al que era el jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil. El presunto autor del crimen, conocido como 'Chiqui', había matado ya horas antes a un vecino de la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga.
El proyectil del fusil Mauser empleado por el presunto asesino traspasó incluso el caso técnico que utilidad esta unidad de élite en sus intervenciones, causando al teniente coronel heridas «incompatibles con la vida». Fue operado de urgencia el mismo viernes, durante dos horas, pero tras cuatro días, la vida de «uno de los más grandes» del Cuerpo se apagó. No pudo seguir luchando tras dar su vida en acto de servicio.
Este miércoles, agentes de los diferentes Cuerpos se han unido en Valladolid para despedir a 'Perico', como así le conocían, un veterano agente a quien la sangrienta jornada se llevó por delante. El féretro, conducido hacia Valdemoro, la localidad madrileña donde tiene la base la UEI, ha sido acompañado y escoltado para salir de Valladolid por coches oficiales de los diferentes Cuerpos.
Al frente del operativo en Santovenia
El teniente coronel había acudido el viernes de madrugada hasta Santovenia para ponerse al frente del operativo después de que Pablo S. , conodido como 'Chiqui', descerrajase un disparo a bocajarro a Dionisio, quien hubiera sido tiempo atrás su «amigo de toda la vida» y con quien las relaciones familiares y personales se habían enturbiado hasta tal punto que el jueves antes del crimen llegaron a las manos.
El origen, supuestamente, una disputa por el pinchazo de unas ruedas. La víctima y su mujer tuvieron que ir al hospital, de regreso, «Chiqui» los estaba esperando, salió y apretó el gatillo. La Guardia Civil estaba todavía en el entorno y rápido entró en el portal, intentó reanimar al hombre, pero en vano.
El presunto asesino se atrincheró en casa asegurando tener rehenes con él. Cuanto más de doce horas se entregó tras una larga y tensa negociación, ya había liberado a quien tenía con él -que resultó ser el novio de una de sus hijas-, pero hizo creer a los agentes que había más. Muy nervioso por la falta de estupefacientes que decía consumir de forma habitual, en la aciaga jornada, «Chiqui» se llevó por delante también la vida del teniente coronel. Está ya en prisión provisional, comunicada y sin fianza, acusado de asesinato, tenencia ilícita de armas y atentado.
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