Culpable de homicidio imprudente por matar a la pareja de su madre con cinco navajazos

El portavoz del jurado, compuesto por cuatro mujeres y cinco hombres, ha leído el veredicto en la Audiencia Provincial de Valladolid, después de retirarse a deliberar el jueves por la mañana sobre hechos ocurridos la madrugada del 8 de septiembre de 2018 en la población vallisoletana de Nava del Rey.

El jurado, según Efe, ha considerado probado que el encausado no tuvo intención de matar a la víctima, José C.C., aunque sí de lesionarle , y ha establecido que el hombre que falleció, al que pertenecía la navaja con la que se originó la lesión mortal, nunca soltó el arma mientras se desencadenó el suceso, en un forcejeo.

En el juicio, dos peritos, que comparecieron a propuesta de la defensa, subrayaron que el encausado presentó signos de forcejeo o defensa en dos dedos de una mano y apuntaron que no se halló ADN del procesado -restos de piel- en la empuñadura de la navaja, lo que pudo suponer que el acusado no la tocó y pudo forcejar agarrando las manos con las que la víctima blandía el arma , unas manifestaciones que ha tenido en cuenta el jurado.

Sostuvieron que la herida mortal que sufrió José C.C. es «más compatible con un forcejeo que con cualquier otra circunstancia» y pudo estar vinculada con una pérdida del equilibrio o una caída, a la vez que calificaron el lugar de la lesión como inusual.

Los dos especialistas consideraron que las lesiones pudieron causarse cuando ambos estaban de pie y en movimiento y opinaron que el fallecimiento debió producirse en poco tiempo, probablemente en minutos.

Los forenses que practicaron la autopsia al fallecido explicaron en la vista que la muerte se produjo por una hemorragia causada por la sección de la vena yugular y detallaron que en total el cuerpo presentaba cinco heridas inciso punzantes en la zona de la cabeza, además de erosiones.