Así se administrará la vacuna Covid-19 en Castilla y León: por grupos diana y con consetimiento previo

Los virales llegarán a nueve puntos de recepción dispuestos en cada provincia, donde también está previsto que se instalen los ultracongeladores que la Junta ha adquirido para poder conservar unas vacunas que requieren «especiales condiciones de almacenamiento». En concreto, deben permanecer a -70 u 80 grados centígrados, detalló la consejera, que garantizó, además, que se han establecido todas las medidas de seguridad necesarias, tanto para la custodia como para que se conserve la necesaria cadena de frío y poder utilizar el máximo número de dosis sin que se desperdicie ninguna debido a fallos.

Desde la Consejería se ha adquirido también hielo seco por si los ultracongeladores fallasen, neveras para el transporte de las vacunas, gafas, guantes y batas para su manipulación y «material suficiente» de jeringas, agujas y suero fisiológico por valor de 257.540 euros para garantizar el proceso. Con esta primera remesa se inmunizarán personas pertenecientes al principal grupo diana, por sus condiciones de riesgo.

En el caso de los centros sociosanitarios, como en el de los grandes dependientes que vivan en sus domicilios, los equipos de vacunación, formados por 133 enfermeros, se desplazarán hasta allí para suministrar las dosis previa firma de consentimiento, trámite que, según detalló Casado, ha tenido ya «buena disposición» por parte de los centros. En ellos, se vacunará también a aquellas personas que hayan estado infectadas «porque su sistema tiene menos capacidad para producir anticuerpos y puede perderlos más rápido», indicó.

En el caso de los sanitarios de primera línea (Atención Primaria, personal de urgencias, UCI, neumología...) y otros profesionales hospitalarios, serán los servicios de prevención de riesgos laborales del hospital de referencia quienes administren el producto y no serán vacunados si ya han superado la enfermedad. Los equipos de vacunación tendrán entre dos y cuatro personas en función de los centros a los que tengan que acudir y trabajarán todos los días de la semana excepto los festivos. Ellos serán los encargados de diseñar las rutas, en función de los consentimientos, en un trabajo «planificado» que garantiza que la vacuna llegará también al medio rural. La previsión es que para el verano se hayan podido cumplir las tres primeras fases de vacunación programadas.