«EL IVA del 21% en el sector veterinario es abusivo e injusto»

-¿Qué tiene su proyecto de dirección de la Organización Colegial Veterinaria para haber contado con el respaldo de la mayoría?

-Creo que es un proyecto claro, directo, atractivo, conciliador y con ningún interés distinto del de cualquier veterinario de nuestro país. Me presenté animado por un grupo de compañeros presidentes de Colegios de Veterinarios, que pensaron que podía ser un buen candidato para vertebrar el esfuerzo común en pro de la profesión y los colegiados.

-¿Sigue siendo la veterinaria una profesión poco conocida por la sociedad?

-Sí, sobre todo porque nuestra tarea esencial es preventiva, y está revestida de cierta invisibilidad respecto al caracter asistencial de otras profesiones sanitarias. Tenemos una función relevante dentro del concepto «one health» que se asienta en la estrecha relación entre salud humana, animal y medio ambiente.

-Entre sus propósitos figura el desarrollo de la profesión a través de las especialidades...

-Intentaremos resolver una grave deficiencia regulatoria que la Administración no corrige. Actualmente, la mayoría de veterinarios ejerce su profesión como especialistas, y poseen unos conocimientos muy específicos en distintas especies y materias que el Consejo General debe reconocer oficialmente. Ya existe un reconocimiento a la especialización en équidos y la habrá para animales de compañía, de renta, salud pública...

-¿Cómo se lleva a efecto la transformación digital?

-Hay que a adaptar la Organización al siglo XXI utilizando las herramientas informáticas actuales, de modo que nos sirvan para dotar al veterinario de los más potentes medios digitales necesarios para poder ejercer una apropiada medicina veterinaria, en la búsqueda de la excelencia.

-¿Hay muchas diferencias entre el veterinario clínico de mascotas y el resto: de explotación ganadera, salud pública, laboratorios...?

-La diferencia es la especie con la que trabajan y, en muchos casos, el uso de distintos medios diagnósticos y terapéuticos para llegar a una medicina, a un asesoramiento y a una salud pública de calidad.

-¿En qué situación se hallan los veterinarios que trabajan en la Administración?

-En una situación cada vez más estable gracias a la buena gestión que en algunos casos, como en Castilla y León ha llevado a cabo el Sindicato Veterinario, con un esfuerzo claro a la hora, de remar en pro de la veterinaria como ciencia en su conjunto.

-¿Cuál es el estado sanitario de la cabaña pecuaria española?

-A juzgar por los resultados de las campañas de saneamiento, se ha avanzado mucho en el estatus sanitario de la cabaña, aunque también son comprensibles las quejas de los ganaderos al respecto. Debería haber equipos multidisciplinares en el campo que hicieran un censo fiable para tomar decisiones acertadas en casos de transmisión de enfermedades entre animales silvestres y domésticos.

-¿Hasta qué punto perjudica el actual tipo de IVA a su profesión?

-Ha afectado mucho a la economía de las clínicas veterinarias y a la de los ciudadanos, al pasar de tener un animal de compañía a un artículo de lujo cuyo cuidado está sujeto a un injusto, desproporcionado y abusivo IVA del 21%, mientras el resto de profesiones sanitarias están exentas. Ignoramos qué pretende hacer en este sentido el actual Gobierno en funciones.

-¿Puede soportar España trece facultades de Veterinaria con 1.400 alumnos nuevos cada curso?

-Ahora mismo es nuestro prinicipal caballo de batalla. No parece lógico que en Alemania o Francia haya cuatro o cinco facultades, con una población muy superior a la nuestra, y en España existan trece centros donde estudiar la carrera. Una oferta tan excesiva, absolutamente desajustada a la realidad, genera precariedad e insatisfacción entre los profesionales.