Violenta pelea en plena calle en la que el conductor de un autobús de línea recibió un mordisco en el cuello

Para conocer el origen que desencadena esta pelea hay que retroceder 15 kilómetros, la distancia entre Burguillos y Sonseca. En esta población, conocida internacionalmente por sus muebles, tres mujeres de etnia gitana subieron con un menor en un autobús de línea regular, según la reconstrucción que ha podido hacer ABC con varios testimonios.

Una de ellas, la madre del niño, manifestó que no tenía dinero para pagar el billete , por lo que se quedó fuera, en la parada. El menor, sin embargo, estaba dentro del autocar cuando arrancó el conductor, que no detuvo el vehículo pese a las advertencias de las otras dos mujeres.

La madre telefonéo a sus familiares, miembros de un clan muy conocido en la zona, para contarles que el niño viajaba en el autobús. Kilómetros más adelante, el vehículo fue interceptado por los familiares en la parada de Burguillos , situada en la travesía de la carretera de Ciudad Real. Allí, en plena calle, comenzó una discusión entre un familiar de esta mujer y el conductor, que recibió un mordisco en el cuello a través de su ventanilla ya que, según algunos testimonios, no llegó a salir del vehículo.

La pelea se saldó con lesiones leves entre ambos, que se han denunciado mutuamente ante la Guardia Civil: el conductor lo hizo esta mañana; y la otra persona, ayer por la tarde.

El servicio de emergencias 112 y la Guardia Civil recibieron el aviso del incidente como un accidente de circulación. Por eso acudió primeramente una patrulla de Tráfico y luego llegaron varios agentes de Seguridad Ciudadana, aunque la discusión ya había concluido sin detenidos.

Algunas fuentes afirman que se hizo uso de la fuerza por parte de la Guardia Civil, pero un portavoz de la Comandancia de Toledo desmiente este extremo a ABC. « Algunos de los agentes conocían a los familiares y hablaron con ellos -explica-, con lo que la pelea ya había terminado cuando llegaron los refuerzos». Otro testimonio asegura que el conductor, empleado de una empresa radicada en Sonseca, necesitó asistencia sanitaria por una crisis de ansiedad.