El falso examinador de la DGT

Los vecinos de este pueblo de 2.000 habitantes van ahora atando cabos que explicarían la presencia de la Guardia Civil a primeros de mayo por las calles de uno de los municipios más taurinos de España. Los agentes, unos de paisano y otros uniformados, seguían la pista de L. L. R., que se había hecho pasar por exguardia civil y examinador de la Dirección General de Tráfico (DGT) en al menos 22 municipios de 6 provincias. Para entonces, los investigadores ya sabían que «su» hombre había sido detenido en varias ocasiones, acusado de delitos de distinta naturaleza.

El sospechoso, de 67 años, iba contando que podía conseguir la devolución de los puntos del permiso de conducir y que también gestionaba la obtención de titulaciones de capacitación para el transporte de diversas mercancías, según constató la Guardia Civil de Valmojado, que ha llevado el peso de la investigación.

L. L. R. aseguraba igualmente que mediaba en las compraventas de vehículos de segunda mano e, incluso, intercedía en la obtención de tarjetas de residencias, para lo que llegó a «ofertar relaciones personales para ofrecer puestos de trabajo».

Por esas supuestas gestiones, L. L. R. cobraba a sus víctimas un importe, entre 400 y 3.000 euros según el hipotético trámite administrativo, aunque se cubría las espaldas utilizando una identidad falsa para dejar el menor rastro posible una vez que cometía el engaño. Afortunadamente, su método de estafa llegó a oídos de agentes de la Guardia Civil de Valmojado gracias a la colaboración de vecinos de varios pueblos de Toledo donde ya conocían a L. L. R. por su modo de obrar.

Este presunto estafador se ganaba a la gente en las distancias cortas. Llegaba a un municipio y alternaba con sus vecinos para captar víctimas, principalmente entre personas con problemas económicos y sin empleo. Para que no dudaran de él, les mostraba una carpeta en la que se podían ver documentos de identidad de otras personas a las que, supuestamente, estaría realizando trámites administrativos. Una vez que lograba el pago de la «tarifa», «cortaba todo contacto con sus víctimas», según la Guardia Civil.

Algunos vecinos de Villaseca de la Sagra cuentan que L. L. R. llegó al pueblo el pasado año y en este tiempo logró engañar, incluso, a algún parroquiano del propio municipio.

Se instaló en un bloque de pisos de la calle Real, donde continúa residiendo solo, sin pareja ni familia, aunque no está empadronado en el Ayuntamiento. En su vivienda, la Guardia Civil halló una gran cantidad de fotocopias de distintos DNI, permisos de conducir, tarjetas de residencia, varios curricula, tarjetas telefónicas y una carpeta con numerosos impresos de exámenes de la DGT.

Los investigadores han analizado toda esa documentación en estas últimas semanas, lo que ha servido para esclarecer, de momento, 62 delitos de diferente naturaleza en 22 municipios de 6 provincias: en Toledo, Las Ventas de Retamosa, Camarena, Madridejos, Mocejón, Seseña, Villaseca de la Sagra, Yuncos, Quero, Los Yébenes, Illescas, Recas, Mora, Talavera de la Reina y Olías del Rey ; en Madrid, Fuenlabrada, Leganés, Villarejo de Salvanés y en la misma capital de España ; el abulense de Arenas de San Pedro , el gaditano de Chipiona , el conquense de Almodóvar del Pinar y en Móndejar , en la provincia de Guadalajara.

L. L. R., cuya detención se dio a conocer este viernes, está en realidad en libertad, después de comparecer ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Illescas.