Cáritas interviene en 250 procesos de desahucios en 74 municipios

La coordinadora del Área de Familia de la entidad, Alicia Medina, ha aportado estos datos durante la inauguración este lunes de nueve viviendas sociales situadas en la Calle San Marcos de Toledo , un acto que ha contado con la presencia del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez.

Medina ha informado de que el proyecto de vivienda de Cáritas en la provincia de Toledo se encarga de paralizar y mediar en procesos de desalojo y desahucio, así como intervenir para dar respuesta a los desahucios ejecutados con la cobertura temporal de una nueva vivienda para las familias en esta situación.

Ha explicado que dos educadoras sociales desarrollan un itinerario de inserción individualizado para tratar de afrontar el bloqueo que sufren las familias afectadas por un desahucio y ha añadido que las prioridades son proteger a los menores y a sus familias, así como cubrir sus necesidades básicas tanto de alimentación como de higiene, medicinas, educación y ocio.

Posteriormente, ha señalado que se firma el acuerdo de intervención social con los participantes que contempla la ayuda y una serie de objetivos a cumplir por la familia.

En ese sentido, cifró en 272 las familias que han sido atendidas desde el inicio del programa , de las cuales 213 de ellas han recibido la atención integral y la cobertura de vivienda y con las 59 restantes se ha realizado la paralización o mediación en desahucios y desalojos con bancos o particulares.

También ha apuntado que se han paralizado e intervenido en 124 casos de lanzamiento con orden judicial y se ha intervenido en 144 casos de riesgo de desahucio o desalojo.

La coordinadora de Empleo, Raquel López, ha precisado que Cáritas Diocesana de Toledo atendió durante 2017 a 679 personas, de las cuales 465 son mujeres y 214 hombres.

Además detalló que por el Taller Prelaboral de Polimantenedor de Edificios, que permite rehabilitar viviendas para familias en situación desfavorecida, han pasado 35 chicos desde 2016, de los cuales 17 ya están trabajando, ocho han vuelto a los estudios que habían dejado y seis han obtenido el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Además, el arzobispo de Toledo ha abundado en la importancia de iniciativas como esta que «dan techo y cobijo» a varias familias para que «puedan vivir con más dignidad» y consideró que este proyecto «no es un negocio sino una ayuda para las personas que lo necesitan.