ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Los dilemas de la literatura

«Un libro importante y necesario el de Amador Palacios para conocer mejor la creación poética en general y la castellano-manchega en particular»

POR ALFONSO GONZÁLEZ-CALERO

24/06/2018 a las 21:36h.

Amador Palacios (Albacete, 1954) es escritor, crítico literario y colaborador de estas mismas páginas. Lleva mucho tiempo escribiendo, y publicando, acerca de autores, sobre todo nacionales aunque también portugueses y europeos, del siglo XX.

En este nuevo trabajo, que le presenta una inquieta editorial ... aragonesa, reúne una serie de textos sobre poetas y escritores que se centran en los aledaños del postismo (movimiento literario que conoce bien y al que ha dedicado numerosas páginas): Eduardo Chicharrro, Carlos Edmundo de Ory, Gabino-Alejandro Carriedo (de quien tiene escrita una imprescindible biografía); algunos que no tuvieron relación estricta con él (Cirlot, Miguel Labordeta ); y en una segunda parte trabajos relativos a autores castellano-manchegos a todos los cuales ha tratado en lo personal y ha estudiado con rigor en lo literario; son éstos: Ángel Crespo (de quien también tiene publicada una interesante biografía); Carlos de la Rica, Francisco Nieva ; y ya entre los vivos el alcazareño José Corredor Matheos , el conquense Enrique Trogal , la toledana María Luisa Mora y Dionisio Cañas , el poeta de Tomelloso al que ha dedicado otra amplia semblanza que va a ver la luz de forma inminente en la Biblioteca de Autores Manchegos de la Diputación de Ciudad Real.

Hay, además, un par de artículos generales, sin nombre propio: uno (en mi opinión agudo y pertinente) sobre la poesía española durante el franquismo y uno más sobre «el atractivo del realismo mágico» en el que nos habla de las relaciones entre dos poetas (ya citados) Crespo y Carriedo, sus aventuras en común, sus revistas y publicaciones y sus avatares en el panorama español de los años 50, sobre todo.

Creo que es un acierto comenzar el libro por el primero de estos artículos, el dedicado a la poesía española de postguerra , porque en él Amador contextualiza muy bien el ambiente (literario y extraliterario) que conviene conocer para entender lo que se cuenta allí y en el resto de monografías del libro.

Para mí lo más interesante de este volumen es el haber ubicado en su contexto -temporal y espacial- a algunos de los mejores escritores castellano-manchegos de la segunda mitad del siglo XX y permitir así entenderlos no de forma aislada sino en el continuum de la creación, la vida literaria y las incidencias políticas de los diferentes momentos de la historia cultural de España. En este sentido este libro podría considerarse prolongación de uno anterior que le había publicado la Junta de Castilla-La Mancha, El pie en la alimaña (2007).

La tesis central del libro (una de ellas, al menos) es que el postismo de los años 40 quiso ser una alternativa tanto al garcilasismo, opción oficial y escapista preferida por las jerarquías franquistas y el compromiso social que imponía una visión crítica de la Dictadura y que sería una de las tendencias dominantes en los años sucesivos. Amador lo resume en este párrafo:

«Entonces los postistas, rendidos ante la total inoperancia de su invento, se encontraron en un dilema: el compromiso cívico les obligaba a realizar una poesía comprometida y de rechazo a la moral del régimen de Franco, pero sin renunciar al juego verbal tan enriquecedor y autónomo propuesta por el movimiento postista. Escritura fantástica doblegada tantas veces al afán de testimonio. O viceversa…».

El libro está lleno de este tipo de reflexiones, propiciadas por alguien que lleva muchos años estudiando estos nombres y estos temas, y que pone conocimiento y sentido común en la presentación de los asuntos tratados.

Un libro, pues, importante y necesario para conocer mejor la creación poética en general y la castellano-manchega en particular de ese periodo de la vida y la cultura españolas.