Las tablas de Page se dejan notar en el debate ante José Luis Blanco

Poco después de las 18.00 horas comenzó la emisión del debate, que se alargó durante más de una hora. Los dos candidatos fueron recibidos por el periodista Ismael Barrios, quien fue el encargado de de moderar la conversación entre los dos aspirantes a liderar el PSOE de Castilla-La Mancha. Tras saludarse, José Luis Blanco —que se mostró más nervioso— y Emiliano García-Page —más experto en estas lides— comenzaron a tratar los temas fijados por sus asesores para este encuentro.

El todavía secretario regional del partido, Emiliano García-Page, fue el primero en fijar su posición. En su intervención inicial, alabó su gestión al frente del PSOE de Castilla-La Mancha, presumió de ganar las elecciones al PP y de haber conseguido muchas cosas. «Hace dos años me presenté con la intención de tomar el timón del partido tras el gobierno de Cospedal y lo conseguí» , afirmó García-Page, que recordó además que fue él quien propuso las primarias para elegir al líder de los socialistas en la región. Por eso, calificó de «día histórico» la votación del próximo sábado y llamó a la participación de los militantes porque, a su juicio, ese día «se van a empezar a ganar o a perder las próximas elecciones de 2019».

Parecidos fueron los términos en los que se expresó para referirse a la votación del sábado José Luis Blanco, quien trajo al recuerdo la figura del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando «el pasado 22 de mayo se escribió una página histórica porque fueron los militantes los que decidieron verdaderamente quien los debía representar». Blanco considera que su formación debe convertirse en Castilla-La Mancha en el «partido de la izquierda, de la libertad y del progreso». Por eso, pidió también el apoyo a todos los militantes porque, según aseveró, «a algunos el 1 de octubre de 2016 se nos rompió el corazón , espero que el próximo 1 de octubre podamos celebrar el nacimiento de un nuevo PSOE en Castilla-La Mancha».