Page pedirá a Sánchez más poder para las regiones y revisar la desescalada

Pero puntualizó que este planteamiento será «sin drama» y para «aquilatar mejor» ese plan de desescalada. Se planteará una revisión «moderada» de este plan, toda vez que, en su opinión, las comunidades autónomas «ven mejor los problemas y las soluciones» desde la «cercanía».

Posteriormente, insistió en que «cualquier cosa que afecte a Castilla-La Mancha en la desescalada pasa por lo que se decida en Madrid» y por ello la región va a seguir «bajo la dirección nacional». «No tengo prisa en que el Estado se desentienda», manifestó.

Asimismo, aseguró que exigirá «de manera reiterada que, ya que algunas decisiones se tomaron sin tener en cuenta a la vecindad, en la salida se tenga en cuenta a la vecindad, y que somos todos potenciales víctimas».

Igualmente, va a solicitar que se desechen las hipótesis y los planes de retomar el curso en junio o julio. «A lo mejor les llama la atención, porque una mala expresión mía hizo que mucha gente se me ofendiera, con razón, cuando dije que querían vacaciones», algo por lo que volvió a pedir disculpas.

García-Page también avanzó que pedirá una Conferencia de Presidentes «especial», presencial, «para estudiar propuestas concretas que afecten a la financiación con las comunidades » y la de exigir liquidez de tesorería para las comunidades autónomas en el plan de desescalada. Hay que señalar que a esa misma hora, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que se va a aprobar un fondo especial no reembolsable dotado con 16.000 millones de euros para las regiones.

Finalmente, demandó un «abanico de ayudas razonable» desde el Estado con los tejidos más afectados, así como retomar la estrategia de exportación y captación de empresas, junto a medidas concretas para la hostelería, el comercio y el turismo.

García-Page tambiéninformó que hasta la fecha el Gobierno regional lleva gastados ya 152 millones de euros en la gestión de la crisis del coronavirus . En este sentido, señaló que una de las primeras medidas adoptadas por el Ejecutivo regional en su primer Consejo de Gobierno desde el inicio del estado de alarma ha sido «no poner límite al coste» y desbloquear los créditos necesarios para «gastar lo que haya que gastar».

García-Page aseguró que «la factura va a ser enorme» y que la autoridad sanitaria en la región lleva gastados ya 152 millones, aunque será una pequeña parte de lo que supondrá al final sumando ayudas o planes de estímulo que el Gobierno autonómico llevará a cabo.

Esa cantidad, según apuntó el presidente, equivale casi a la suma de todas las indemnizaciones que tuvo que pagar el Gobierno por la paralización de hospitales o indemnizaciones por sentencias relativas a la legislatura del PP, que ha ascendido a 154 millones. Asimismo, detalló que del total del gasto hecho hasta ahora, el 50 por ciento corresponde a material, el 33 por ciento a personal y el 15% a tecnología.

García-Page se refirió también a la constitución de un comité de coordinación -primera comunidad autónoma junto a Andalucía-, y un equipo urgente de compras y contratación.

En materia de personal, destacó que la región ha contratado a 4.336 profesionales nuevos bien para suplir bajas o para completar servicios, cuyos contratos se pretende mantener más allá de la crisis; y subrayó que los planes de contingencia de cada uno de los hospitales se han cumplido «al 100%».

En la vertiente más política, la refriega política entre los tres partidos con representación subió muchos enteros. En concreto, el presidente regional fue muy crítico con la labor política que el Partido Popular está ejerciendo desde el comienzo de la crisis sanitaria, tachando su forma de actuar como «un comportamiento que evidentemente tiene poco que ver con la educación política que reclaman los ciudadanos». Y remachó asegurando que «se han quedado a un milímetro de llamarnos asesinos», al referirse al escrito con el que el PP solicitó una comisión de investigación en el Parlamento para analizar la gestión de la pandemia por parte del Gobierno autonómico.

Según García-Page, el PP ha «acusado al Gobierno de las muertes» en esa petición de comisión de investigación, lo que le provoca «una incomprensión política» de la forma de actuar de los ‘populares’. «Ni se han esperado a que pase la pandemia para pedir mi dimisión. Me la pidieron cuando había un fallecido en la región y 50 contagiados. Debo de ser un diablo, desde luego», dijo. En su opinión, la ciudadanía hubiera entendido mejor que primero «se ataque al virus» y después «se intente sacar tajada política» de la crisis sanitaria.

En alusión directa al presidente del PP, Paco Núñez, le dijo que todavía no ha recibido ninguna propuesta de su partido. «El plazo no es que haya acabado, pero esto requería urgencia. La que requieren autónomos, agricultores, parados y empresas a las que hay que responder».

«Es importante dedicar tiempo a proponer cosas. Es más fácil estar en los bulos. No lo digo por ustedes. He intentado abstraerme de las redes sociales, pero es doloroso ver a dirigentes que en los pasillos me daban abrazos decir las cosas que han dicho de mí. Si quiere les paso un resumen», manifestí. Yademás desvelo que se está «muy cerca» de conocer «quién se ha dedicado a protagonizar movimientos en masa en redes» de manera «profesionalizada, manipulando vídeos y difundiéndolos».

También pidió tener «lealtad» con las decisiones del Gobierno central. «Hoy es Pedro Sánchez, pero mi Gobierno hubiera tenido un comportamiento de lealtad absoluta con Rajoy o con Aznar». Momento en que se preguntó cómo se hubiera afrontado esta crisis con la gestión que hizo el PP cuando gobernó, recordando que «quiso cerrar hospitales», además de «despedir a profesionales» o «cerrar consultorios».