Guadalajara tiene un (grave) problema con los atropellos

Este accidente mortal, ocurrido en las inmediaciones de la glorieta de Cuatro Caminos, provocó que más de 1.000 personas se concentraran bajo el lema «Por una mayor seguridad». Ante la presión social, el alcalde, Antonio Román, ha trasladado al Ministerio de Fomento una serie de medidas para mejorar la seguridad vial en esta zona como instalar semáforos, reductores de velocidad e incluso hacer un túnel subterráneo desde el Hotel Alcarria al Colegio Diocesano o la variante de la N-320 desde el hospital hasta los Faroles.

Oportunista o no, el portavoz socialista de la oposición, Daniel Jiménez, dijo entonces que los atropellos «continúan produciéndose en los pasos de peatones por la falta de señalización concreta y la distracción de los conductores». También recordó que el Ayuntamiento aprobó en 2015 un Plan de Movilidad Urbana Sostenible, con actuaciones específicas, que no se ha llevado a cabo.

En todo caso, los cinco atropellos en lo que llevamos de diciembre ponen de manifiesto que se trata de un problema de seguridad pública. El primero se produjo el día 4, cuando un anciano de 83 años sufrió la fractura de glena y contusiones al ser alcanzado por un vehículo cuando cruzaba por el paso de peatones en la intersección de la calle América con la calle Alicante. El mismo día, en el bulevar de Clara Campoamor, una niña de once años resultó herida leve al ser alcanzada por un vehículo cuando cruzaba por otro paso de peatones.

Un día después, una anciana de 87 años fue herida con pronóstico menos grave al ser arrollada por un coche en un paso de peatones en la intersección de la calle Cuba con la avenida de Venezuela. El 12 de diciembre una mujer de 72 años sufrió fractura de peroné en la pierna derecha y policontusiones cuando cruzaba también un paso de peatones en el paseo Doctor Fernández Iparraguirre. La misma ubicación donde se produjo el último atropello, ocurrido el día 19.