Ingresa en prisión el hijo menor del matrimonio hallado muerto a cuchilladas en su casa de Brihuega

Manolo y Paloma, que tenían también una hija, fueron hallados el lunes en su casa con claros signos de violencia y sangre por todo el cuerpo. Las heridas mortales fueron provocados por un arma blanca, posiblemente un cuchillo de grandes dimensiones, que no ha aparecido.

Desde ese mismo día, el hijo estaba ingresado y vigilado en la unidad psiquiátrica del hospital de la capital . Pero fue detenido el martes por la tarde después de que él pidiera de manera voluntaria el alta médica, según fuentes sanitarias. Luego pasó la noche del martes al miércoles en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Guadalajara.

Es el principal sospechoso de este doble crimen. Los cadáveres fueron hallados sobre las cuatro y cuarto de la tarde, después de que un vecino llamase al 062 para relatar lo que el joven le acababa de contar. Los cuerpos ensangrentados de su padre, de 70 años, y su madre, de 62, yacían en el domicilio familiar, en el paseo dedicado al cronista Antonio Pareja Serrada, adonde se pretendía regresar con el hijo para realizar una reconstrucción de hechos. Mientras, se ha enviado a analizar la ropa manchada de sangre que él vestía el día que desveló a su vecino la muerte de sus padres.

El martes, agentes de la Guardia Civil utilizaron drones para encontrar el cuchillo de grandes dimensiones que se cree que empleó en el crimen. Los aparatos del Grupo Pegaso de la comandancia estuvieron sobrevolando las instalaciones de la finca: dos viviendas -una principal, grande, y otra anexa, más pequeña-, una piscina y una parcela amplia. No se ha hallado el arma homicida, pero sí unos guantes impregnados de lo que puede ser sangre en un contenedor de basura.

No es la primera vez que el hijo ingresaba en una unidad psiquiátrica . Desde hace años, viene sufriendo posibles brotes psicóticos y ha estado hospitalizado en varios centros. El último ingreso fue en abril, según fuentes consultadas por 'ABC', que apuntan también que este treinteañero es consumidor habitual de drogas, como cocaína y hachís, lo que agravaría la patología. Había protagonizado además varias peleas con su familia.

El Ayuntamiento de Brihuega vive este miércoles el primero de los dos días de luto que ha decretado por la muerte de esta pareja como testimonio del dolor de la localidad, donde las banderas de todos los edificios municipales ondean a media asta en memoria de Manolo y Paloma.