La Princesa y la Infanta, juntas por primera vez en la recepción del 12 de octubre

Don Felipe no ha faltado a su costumbre de cambiarse de ropa en cuanto pisó su residencia oficial. Una vez finalizado el desfile militar y justo antes de comenzar con los saludos oficiales en el Salón del Trono, ha sustituido el uniforme por un traje de chaqueta azul oscuro. Al tratarse de un acto civil, en el que recibe a sus invitados como jefe del Estado y no como mando supremo de las Fuerzas Armadas, el Rey siempre hace esta distinción.

La Princesa Leonor, por su parte, ha continuado la jornada con el uniforme de gala de alférez del Ejército del Aire. La decisión de la Heredera responde a dos razones. Por un lado, remarca su obligación constitucional y que ocupa hoy sus días, que es la formación castrense que está recibiendo; por otro lado, también se debe a una cuestión de índole meramente logística, dado que no tiene mucho tiempo desde que finaliza el desfile hasta que comienza el acto en el Palacio Real para poder cambiarse.

Un total de 1.027 invitados han asistido a la recepción este año. Como en las últimas tres ediciones, el formato del besamanos ha sido en cuatro bloques, comenzando por el Gobierno y autoridades, quienes han sido los primeros en saludar a los Reyes, la Princesa y la Infanta. Entre un pase y otro, la Familia Real ha descansado diez minutos, tiempo que aprovechan para beber un poco de agua y descansar los pies y las manos. Como anécdota, el presidente del Senado, Pedro Rollán, se ha llevado a su hijo a la recepción.

Durante las secuencias de saludos, la Princesa y la Infanta han intercambiado miradas en un par de momentos, en un idioma que solo entienden ellas y que refuerza la idea de que existe una relación muy estrecha entre hermanas. Era la primera vez que Sofía participaba en esta recepción, después de alcanzar la mayoría de edad el pasado mes de abril y debutar en este tipo de actos durante la cena ofrecida por los Reyes a la sociedad balear este pasado verano en el palacio de Marivent. Junto a sus padres, han proyectado su compromiso institucional. Mañana continuarán con sus obligaciones: Sofía volverá a Lisboa para continuar con sus estudios de Relaciones Internacionales y Leonor regresará a San Javier (Murcia), donde se estudia su tercer y último año de formación militar en la Academia General del Aire.

Noticia Relacionada

Pedro Sánchez da plantón a la prensa en el Palacio Real y se marcha sin hacer el tradicional corrillo

Paloma Esteban

En Moncloa explican que el motivo es el viaje a Egipto que tiene el Jefe del Gobierno, a pesar de que la salida está prevista para la madrugada o a primera hora de la mañana de este

Finalizados todos los saludos, en el Salón de Columnas, los invitados iban generando corrillos alrededor del Rey o de la Reina, que iba acompañada por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Entre las tres ha habido la misma complicidad de siempre. Se han hecho fotos con quienes se lo han pedido, aunque a diferencia de otros años, los invitados han estado más comedidos a la hora de pedirles fotos y selfies. Cada vez que le preguntaban a la Heredera por su formación militar o a la Infanta por el inicio de su etapa universitaria en Lisboa, respondían que estaban aprendiendo mucho y que estaban muy contentas.

Con el Rey cumpliendo con sus funciones como jefe del Estado y la Reina y sus hijas por otro lado, en estos corrillos -donde no hay cámaras y el protocolo siempre es mucho más relajado que en el Salón del Trono-, las hijas de los Reyes han proyectado el momento en el que se encuentra la Monarquía: entre la continuidad del deber y la naturalidad de una nueva generación.