Carlos Flores: «No va a haber un gobierno del PP en la Comunidad Valenciana si Vox no está»

—En su última entrevista en ABC dijo que su modelo para la Comunidad Valenciana es el de Castilla y León, ¿se ve como el Juan García-Gallardo de la Generalitat?

—Cuando dije eso lo dije con matices. Me refiero a que nuestra aspiración es la de entrar en el Gobierno, como la de cualquier otro partido; ganar las elecciones si es posible, alcanzar la Presidencia de la Generalitat y participar en el Gobierno si eso no es posible. Lo que sí hemos dicho es que vamos a utilizar esa frase que se usó en Castilla y León, ni más ni menos. Vamos a pedir lo mismo que con un porcentaje equivalente de votos han pedido otros partidos en otras experiencias de gobierno en coalición.

—Según el último CIS…

—No me haga reír. Cuando uno miente debe mentir con un poquito de apariencia de mentira y esto no llega ni siquiera a la mentira, no cualifica como mentira. Es una patochada hecha por un mono borracho, ya está.

—Según José Félix Tezanos, el PP ganaría las elecciones, ustedes se mantendrían, pero Ximo Puig lograría revalidar el tripartito.

—El sondeo es inconsistente. No puedes darle escaños a una formación que tiene el 4,3 por ciento del voto cuando la ley electoral prohíbe acceder a la cámara con menos del cinco por ciento. No puedes darle a una formación que tiene el diez por ciento de los votos ocho escaños porque no es así como funciona la ley electoral. En segundo lugar, se separa de todos los demás sondeos y de todo lo que estamos viendo y sintiendo en las calles, que no es otra cosa que un crecimiento relevante, muy relevante, del voto y la representatividad de Vox. No me lo creo.

—Santiago Abascal insiste en que los votos de Vox no saldrán gratis. Si suma con el PP, ¿qué le exigiría?

—No va a haber un gobierno del PP si Vox no está en esa ecuación. La pregunta no es ¿usted se sumaría a un gobierno de [el candidato del PP Carlos] Mazón si…? No, no, no. Es que no va a haber un gobierno de Mazón si no es con el consentimiento, el visto bueno y la participación de Vox. Vox requerirá un puesto congruente con el puesto en el que los valencianos le hayan colocado.

—¿Hay alguna línea roja que le pondría al PP a nivel programático?

—Hay muchas cosas en las que el PP y Vox pueden converger; también muchas otras en las que vamos a divergir. Como formato negociador sería mucho más conveniente focalizarse en las primeras y no en las segundas. Cuando el PP comienza a hacer alusiones a Vox poniendo sobre el tapete sus líneas rojas demuestra poca voluntad de concordia. Eso es inconveniente e incongruente con lo que sus propios electores piden.

—Mazón dijo en ABC que dividir el voto entre el PP y Vox es mala idea.

—Eso es falso en términos matemáticos y con la ley electoral sobre la mesa. La división del voto no genera un reparto globalmente perjudicial para la derecha. Pero es que políticamente es insostenible: Vox es el segundo partido del espectro político valenciano, el primero es el PP, en incorporar votantes de la abstención. Vox está incorporando votantes de Unidas Podemos, procedentes de Ciudadanos… Son votantes que se van a incorporar a Vox, pero que seguramente no se incorporarían al PP. Separados estamos en condiciones de sumar más que en una única candidatura y, evidentemente, separados vamos a sumar más de lo que sumaría el PP en solitario.

—Pero Mazón insiste en que quiere gobernar en solitario, ¿cambiará de idea el 29 de mayo?

—Yo también quiero gobernar en solitario, pero hay que ser más realista y menos fantasioso que Mazón. Asumo que el escenario más probable es que ninguno de los dos alcancemos una mayoría y que, por tanto, tengamos que ponernos de acuerdo. Si se trata de escribir cartas a los Reyes Magos, yo puedo ser tan ambicioso como Mazón; si se trata de gobernar con realismo, convendría que Mazón fuese tan realista como yo.

—Vox ha propuesto un referéndum sobre un pacto nacional por el agua, ¿qué pediría para la Comunidad Valenciana?

—Lo primero es dejar claro algo que para nosotros resulta indiscutible: el agua es un bien común al servicio nacional. España tiene la suerte, también la desgracia, de tener una parte húmeda y una parte seca. Eso exige que ese bien común sea repartido de la manera más concorde al desarrollo de la economía nacional. No hay nadie, quizá los murcianos, que aproveche mejor el agua que los valencianos.

—¿Qué políticas necesita su comunidad autónoma?

—Hemos detectado una amplia gama de problemas: la situación de nuestra agricultura es dramática y puede agravarse mucho más si el acuerdo con Mercosur se firma tal y como está, porque puede dejar desprotegida a nuestra naranja frente a productos de América. Sería extensivo al sector pesquero y al mundo de la caza. En segundo lugar, tenemos un importante problema sanitario como consecuencia de la politización de la atención sanitaria. En tercer lugar, muchos padres no están conformes con el modelo educativo ni con la lengua en la que reciben su formación sus hijos. Y añadiría un cuarto factor, que es el elemento de la seguridad. Los datos en la ciudad de Valencia son espeluznantes. Por primera vez estamos viendo reyertas a navajazos en el centro de Valencia.

—¿Cómo ven aquí al PP en el asunto lingüístico?

—El sistema de normalización lingüística, que es un eufemismo que oculta la extensión de Cataluña en la Comunidad Valenciana, ha sido en sus grandes líneas pactado entre el PP y el PSOE. Estamos empezando a tener un problema con la lengua y Vox quiere entrar en esa cuestión.

—Pedro Sánchez prometió cambiar el sistema de financiación autonómica y no lo ha hecho. ¿El actual es injusto con la Comunidad Valenciana?

—El sistema actual es injusto con la Comunidad Valenciana, no toma en consideración factores que deberían redundar en una mejora de la comunidad. Solo puede tener solución encajando los intereses de las distintas comunidades. Es un problema que solo puede abordar un partido capaz de tomar decisiones a nivel nacional con perspectiva verdaderamente nacional. Ni el PP ni el PSOE están capacitados. Ambos son partidos de barones. En segundo lugar, ni el PP ni el PSOE están dispuestos a tocar el Concierto Vasco.

—Si usted fuese presidente o vicepresidente, ¿no sería un barón dentro de Vox?

—(Bebe café y piensa su respuesta). En Vox no hay barones. Con be, quiero decir. En Vox la mitad son varones y la mitad son mujeres. No hay barones territoriales y dudo mucho que los haya en el futuro. No, este no es nuestro estilo de organizar el partido ni de entender España. Si yo llego a presidente de la Comunidad Valenciana, defenderé sus intereses y daré los puñetazos en la mesa que haya que dar, pero Vox no es un partido de barones.