Canarias registró dos olas de calor en julio, por primera vez en 47 años

Por otra parte la anomalía de la ola (5.6 °C) fue la 12ª más alta desde 1975.

En esta ola de calor que no sería la única del mes, los termómetros llegaron a mínimas de 31,3ºC y máximas de 42,8ºC en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), así como en Agüimes (Gran Canaria) con mínimas de 33,8ºC y 42,8ºC een una cota de 306 metros.

En la segunda ola de calor, menos intensa, se apreciaron temperaturas máximas de 32.5 °C, la 23ª más alta de las 42 registradas desde 1975, y la anomalía de la ola (3.8 °C), la 29ª más alta.

En este segundo periodo de máximas en los mercurios, Lanzarote se llevó la peor parte, con mínimas de 22,6ºC y máximas de 43ºC en el aeropuerto de Arrecife, así como en La Palma, con temperaturas mínimas de 28ºC y máximas de 39,1ºC en el mirador de El Time, en Tijarafe.

La AEMET ha explicado que y no de los principales problemas al hablar de 'Olas de calor', es que no existe una definición única y precisa del término, siendo estos episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía.

Ahora bien, ¿qué valor tienen que alcanzar las temperaturas para poder considerarse ola de calor?, ¿cuántos días tienen que mantenerse?, ¿qué superficie tiene que verse afectada? Estos datos no se determinan con precisión por lo que el término da lugar a interpretaciones subjetivas de lo que es una 'Ola de calor'.

En verano, afirma la Agencia, «es normal que haga calor y no podemos hablar de ola de calor, cuando las temperaturas, aún siendo altas o incluso muy altas, sean relativamente habituales» en el periodo estival. En este sentido, los valores 'normales' de las temperaturas difieren mucho de unas zonas a otras, siendo Canarias un territorio específico y con unas características concretas que difieren de la realidad peninsular.

Un episodio de 'Ola de calor' tiene por tanto un carácter de excepcionalidad.