Le Senne dilata su expulsión de la presidencia del Parlamento balear

Con la cuenta atrás en marcha y su permanencia en manos del PP, Le Senne ha puesto fecha -el próximo 7 de agosto- para reunir a la Diputación Permanente, que decidirá si se habilita un día para celebrar el pleno de remoción donde él tendrá la última palabra.

Le Senne trata de controlar los tiempos y ha deslizado que no ve «necesario» convocar un pleno extraordinario para tratar su expulsión. Espera, por tanto, que se posponga ya a septiembre cuando se inicia el periodo ordinario de sesiones.

Noticia Relacionada

Gabriel Le Senne y el manotazo: ¿ha nacido un nuevo líder en Vox?

Mayte Amorós

Reforzado en su partido tras la polémica, el presidente del Parlamento de Baleares no dimite y «culpa a la izquierda» de no respetar la neutralidad de la institución y provocarle: «El espectáculo lo montaron ellos»

En cualquier caso, el presidente del Parlamento balear deja claro que no abandonará la Presidencia, cargo que desvincula de la ruptura del acuerdo de gobernabilidad con el Ejecutivo balear de PP de Marga Prohens. El pacto suscrito entre PP y Vox incluía 110 medidas, de las cuales los populares, que gobiernan en solitario -hasta ahora con el apoyo externo de Vox-, asegura ya había cumplido el 80%.

Seis días después del golpe de mando del líder nacional de Vox, Santiago Abascal, hay señales de acercamiento entre ambos partidos regionales. Si el pasado viernes la presidenta del Gobierno balear, la popular Marga Prohens, pedía la dimisión voluntaria de Le Senne, este miércoles el PP no ha querido desvelar si votará a favor para expulsarlo y ha dejado entrever que Vox podría querer reconducir la situación. Desde el Grupo Parlamentario Vox sostienen ahora que el pacto que se rompió el pasado jueves por orden de Santiago Abascal «no está roto, sino suspendido».

La petición de expulsión de Le Senne está en el aire desde junio, cuando los partidos de izquierda solicitaron su reprobación y lo acusaron de un «delito de odio» tras el polémico manotazo que hizo que se rasgara la foto de una víctima de la represión franquista que la vicepresidenta segunda de la Mesa del Parlamento, la socialista Mercedes Garrido, tenía pegada en la tapa de su ordenador. La diputada del PSOE se negó a quitar la imagen, y Le Senne la arrancó involuntariamente. Toda la izquierda en bloque salió a manifestarse a las puertas del parlamento regional donde se escucharon gritos de «Le Senne, puto nazi» o «Puta España».

El Gobierno de Marga Prohens había frenado el intento de la oposición de expulsar a Le Senne hasta ahora, pero todo cambió ante la ruptura de Vox el pasado jueves. La propia presidenta compareció al día siguiente para criticar la decisión unilateral por parte de Vox de renunciar al pacto de estabilidad y anunció que, a partir de ese momento, su única hoja de ruta sería el programa del PP.

En su comparecencia, Prohens contraatacó pidiendo a Le Senne que abandonara el cargo voluntariamente por «coherencia». Le Senne se negó y respondió a la presidenta de Baleares que si él se va, ella también debía hacerlo porque sus cargos surgen a partir del mismo acuerdo. Este miércoles ha defendido que «en ningún caso» se aferra a la silla porque Vox ha demostrado que «han dejado muchas por principios y moral».

No obstante, el PP abría la puerta a una posible reconciliación también este miércoles. «Esperemos sentarnos con Vox para analizar la situación», manifestaba el portavoz parlamentario popular, Sebastià Sagreras, dejando entrever que Abascal no calibró bien el órdago contra el PP, especialmente en Baleares, donde no había Ejecutivo del cual salir porque Prohens ya gobernaba en solitario. Además, Vox sabe que tiene tres diputados rebeldes en el Parlamento, que actúan por libre y que podrían alinearse con el Gobierno del PP para sacar adelante sus iniciativas en el Parlamento.

La portavoz del Grupo Parlamentario Vox, Manuela Cañadas, ha afirmado que «todo el mundo se entiende hablando» dejando «las puertas abiertas» a negociar con el PP. Sostiene que no le consta una posible reconducción del acuerdo en Baleares y que «los pactos, de momento, están suspendidos».

Paralelamente a la situación del Ejecutivo autonómico, Vox ha confirmado este miércoles que seguirá gobernando con el PP en el Consell de Mallorca, el Gobierno insular que tiene las competencias en la acogida de menores no acompañados.

En este caso, Vox apoya al PP en la petición de «auxilio» dirigida al Gobierno de Pedro Sánchez para que facilite medios económicos y humanos para la acogida de jóvenes no acompañados que llegan en pateras a la Isla y que no pueden ser atendidos porque los centros de acogida están desbordados. Según Vox, es una «obligación legal» y no les «queda más remedio» que acogerlos, aunque sostiene que, si fuera por decisión propia, «no entraría ni uno más».

Por su parte, los grupos de la oposición (PSIB-PSOE, MÉS per Mallorca, Més per Menorca y Unidas Podemos) reclaman al PP que aclare cuál será su postura, para saber si votará a favor de un pleno extraordinario y, en su caso, si votará a favor de la salida de Le Senne.

El portavoz parlamentario socialista, Iago Negueruela, propone «parar las vacaciones todos» para expulsar a Le Senne. Acompañado por el portavoz de MÉS per Mallorca, Lluís Apesteguia, y las diputadas de Unidas Podemos y Més per Menorca, Cristina Gómez y Joana Gomila, lamentan que, si ahora el PP da apoyo a esta remoción, lo hará «por conveniencia y no por dignidad democrática».