Orden judicial para abrir la fosa del Valle de los Caídos

Ahora, 80 años después, su nieta María Purificación Lapeña Garrido han conseguido que un juez haya admitido su petición de exhumar los restos de sus antepasados para darles sepultura siguiendo el deseo de la familia y fuera del Valle de los Caídos.

La sentencia ha sido dictada por el juzgado número 2 de San Lorenzo de El Escorial . El juez José Manuel Delgado considera que la petición de la nieta está plenamente justificada y amparada por la ley, porque -dice en su fallo- «el derecho a recibir sepultura digna» está amparado por los principios elementales de «dignidad del ser humano».

El Estado, a través de Patrimonio Nacional -responsable del conjunto monumental del Valle de los Caídos- se ve obligado a abrir la cripta, facilitar las tareas de exhumación de los restos mortales y los análisis de ADN para determinar qué restos corresponden a estos dos fusilados de la Guerra Civil. Una vez identificados, serán entregados a la nieta para que les dé sepultura en las condiciones que establezca.

Manuel Lapeña Altabás fue fundador de la CNT en Calatayud . Fue detenido por las fuerzas franquistas el 27 de julio de 1936 y se certificó oficialmente su defunción con fecha 14 de agosto de ese mismo año. Fue fusilado en el Barranco de la Bartolina, a las afueras de la ciudad, en una zona usada durante décadas como basurero de Calatayud.

Su hermano Antonio Lapeña Altabás, sabiéndose perseguido, se ocultó inicialmente, pero acabó entregándose a las autoridades en octubre de 1936. Pocos días después también fue fusilado.

Los cuerpos de estos dos hermanos fueron enterrados inicialmente en una fosa común en Calatayud, pero posteriormente sus restos fueron trasladados al Valle de los Caídos cuando el régimen de Franco culminó la construcción de este conjunto monumental.