EL ESTILITA
Votar en serio
La lógica del susanismo en decadencia es que Sánchez pierda las elecciones
Los susanistas no están muertos, están en coma. Estarán muertos si el PSOE gana el día 28 de abril. Entonces los sanchistas no dejarán uno vivo, ni de zombi. Prepárate, Hurtado, en cualquier caso. Lo saben y por eso no pueden votar a ... su partido en las generales. Su desiderátum es que el PSOE pierda las elecciones. Tienen además una excusa ideológica . No es de recibo que los socialdemócratas apoyen un populismo de izquierdas que lo mismo pacta con independentistas que con filoterroristas. El empecinamiento de Sánchez en esta aberrante conducta debe ser un «casus belli» para cualquiera que se precie de demócrata y se confiese andaluz por España y la humanidad. Ambrosio , sin embargo, cree haber logrado la cuadratura del círculo en el aspecto estratégico trayéndose a Balmón para echar un mitin y ausentándose después para no oírlo. El esperpento habrá sorprendido por igual a Sánchez y Díaz. Los socialistas andaluces no tienen más opción, pues, que quedarse en casa o votar a la contra. Si se quedan en casa saben que serán identificados y perseguidos. Así que votarán a la contra, probablemente a Ciudadanos , aunque no es descartable que lo hagan a Vox , para fastidiar de camino al PP . Esto no responde a una probabilidad estadística, pero sí moral. Es como matar dos pájaros de un tiro o justificar dos subvenciones para el mismo fin. En Andalucía entienden bastante del tema.
Las encuestas fallan porque nadie vota a quien debe o a quien parece que debiera votar. La gente vota en serio, no alegremente, como creen algunos diletantes de la mercadotecnia. Por eso no suele votar a favor, sino en contra de quienes más agreden sus intereses o sus sentimientos . Los votantes de Vox , votan en contra de lo que ha representado el PP en estos años, sin que la pundonorosa figura de Pablo Casado pueda aún evitarlo. Pero la «derechita cobarde», que diría Abascal, será todavía sensatamente votada por los centristas, que no se fían de Ciudadanos y que extrañan la estabilidad del bipartidismo, y también por la derecha de siempre, que es estrictamente monárquica y, como Franco, procura no meterse en política .
Y veremos, en consecuencia, quién vota a « Unidas Podemos ». No se si los ásperos sindicalistas de Comisiones, los duros cocos de toda la vida, estarán preparados para ejercitar su voto en femenino genérico, y si lo hacen, lo harán ciertamente sonrojados. Así que lo mismo prefieren hacerlo a Pedro Sánchez , que tiene pinta de chulo de piquete. Por ahí puede salvarse el actual presidente. Las hay, en cambio, que «unidas podrían» atraer un voto masivo y heterogéneo , tanto de hombres como de mujeres. Son Inés y Cayetana, pero van separadas y aparentemente enfrentadas. No obstante, reconozco que me gustaría por una vez ser catalán y residente en Barcelona, para poder plantearme ese maravilloso dilema de votar a una u otra. ¿Cómo era aquello: las preferimos rubias, pero nos casamos con las morenas; o las preferimos morenas, pero nos casamos con las rubias? En Madrid, da igual. Se presenta Carmen Calvo . Por ahí también puede hundirse el actual presidente.
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