PP y Vox mantendrán su plan de colaboración en el Ayuntamiento de Córdoba, pese a la tensión nacional

La intervención parlamentaria de Casado sucede en un momento de relevancia para la corporación municipal. Ahora deberían comenzar las negociaciones para el presupuesto del año próximo que, esta vez sí, debe establecer partidas concretas para la realidad crítica generada por el Covid.

Ambos partidos , en el plano puramente local , entienden que no debe haber un cambio en lo que se ha conocido hasta este momento. Y lo que ha habido es una colaboración permanente en tres o cuatro asuntos , los que permiten que funcione la institución municipal , y la libertad de criterio por parte de Vox por criticar, a veces de forma más ácida que los grupos de izquierda, la gestión que realiza el PP y, muy particularmente, Ciudadanos.

En Córdoba no ha habido reunión que suspender, como ha ocurrido entre el Gobierno de la Junta y el grupo parlamentario de Vox, porque no había, de momento, ninguna convocada. Ambas partes sostienen que, pese a lo dicho, no están las cosas para trasladar miméticamente los grandes debates nacionales a un entorno más próximo como es la política local

«Por modelo de ciudad, incluso por una cierta cercanía ideológica, Vox es y sigue siendo el socio preferente del gobierno municipal », explica el teniente de alcalde de Presidencia , el popular Miguel Ángel Torrico, que es el que se encuentra directamente encargado de solventar los escollos políticos de las negociaciones. « Estamos en la política cercana », replica Paula Badanelli . Y eso quiere decir que su grupo «hará lo que crea mejor para los cordobeses. Vamos a hacer lo mejor para la ciudad y para las personas que nos votaron», afirma retamando: «barbaridades no vamos a apoyar».

¿Algo se ha roto entre el PP y Vox? Es evidente . Casado salió airoso de una moción de censura que estaba planteada como una forma de elegir al mejor gallo del gallinero de la derecha en España. Lo hizo de una forma ciertamente descarnada. En Vox aseguran que toman nota pero que no habrá caída de gobiernos , entre otras cuestiones, porque si el PSOE volviese a gobernar Andalucía por una decisión del partido de Abascal sería darse directamente un tiro no un tiro en el pie. Sería como dispararse en la sien políticamente hablando.

Badanelli reconoce que la situación ha supuesto una quiebra de una confianza que ya estaba mermada . «En el PP se están diciendo cosas de Vox que son muy fuertes», explica. Ello puede generar un rebote: mayores demandas a la hora de una negociación presupuestaria que se antoja más dura. El grupo municipal de Vox ha reclamado en varias ocasiones que los decrementos fiscales pactados tengan su correlación en menos gastos , en particular suntuarios. En las anteriores negociaciones, el asunto se quedó en la activación del plan de construcción de piscinas. El contrato para las instalaciones del Camping ni siquiera se ha puesto en marcha.

El PP insiste . El plan no ha cambiado . «El acuerdo de coalición se pactó con Ciudadanos con el objetivo de formar gobierno y la colaboración de Vox desde fuera del mismo», explica Torrico. Se trata de un modelo que ya tuvieron PSOE e Izquierda Unida con Ganemos que, cuando ya tenía avanzado un acuerdo de gobierno, decidió apearse sobre la marcha. La diferencia estriba en el tono. Ganemos fue soporte fundamental de la actividad política diaria del anterior gobierno. Vox solo lo es de los grandes asuntos del actual equipo municipal.

« Aprendan a contar, no tienen mayoría », aseguraba la portavoz de Vox a la edil de Juventud , Cintia Bustos, durante el Pleno cuando le estaba rechazando un proyecto subvencionado la Asociación de Jóvenes Empresarios ( AJE ). Badanelli se ratifica en este tipo de negativas «porque a AJE les estaban contando una mentira, esa subvención no se podía otorgar». Hay plenos en los que Vox es más duro y tajante que cualquier partido de la izquierda. Y eso ocurría antes de la zurra de Casado a Abascal.