La solución militar

Fíjense que, después de todo, la solución a unos de los males endémicos cordobeses, como son el desempleo y la falta de industria, puede venir desde el ámbito militar. Bueno, al fin y al cabo, Córdoba fue fundada como campamento militar por Roma; en el lema de su escudo luce la leyenda, «Casa de guerrera gente y de saber clara fuente»; fue la patria del Gran Capitán ; la ciudad goza del título de «Muy hospitalaria» por concesión regia tras acoger con extrema amabilidad a los cadetes de la Academia de Infantería en visita en 1911; y alberga, desde siglos, sobresalientes unidades militares, de las que son herederas la actual Brigada «Guzmán el Bueno» X y el Parque de Mantenimiento de Vehículos de Rueda número 2 . Además, la integración del mundo castrense en la sociedad cordobesa es total.

Sumen la estratégica posición de Córdoba como nudo logístico de comunicaciones y la predisposición municipal para ceder terrenos a la macro base. Lejos quedan años en que un Ayuntamiento de IU metió prisa al Ejército para salir de Caballerizas Reales y luego no hizo nada con ellas.

En fin, Córdoba tiene muchas papeletas para que le toque esta lotería. Falta que tenga buena suerte. Como San Sebastián, al que el Gobierno le entregó hace unas semanas, sin rechistar y sin contrapartida municipal previa, el cuartel de Loyola, aún en uso. Claro, que ahí las cartas estaban marcadas porque se necesitaba el apoyo del PNV a los presupuestos. Al final la solución militar será, antes, política.