El Leganés arrebata la plaza y la cordura al Córdoba (2-3)

Apenas se vieron un par de ocasiones en la primera mitad. Las dos nacieron en el costado izquierdo del ataque blanquiverde y estuvieron protagonizadas por Florin y Abel Moreno. Terminaron con sendos pases de la muerte cargados de intención, aunque ninguno encontró un rematador claro. La balanza parecía inclinarse, de una forma muy tímida, a favor de los de Oltra. Y en la última acción del tiempo añadido, Florin corrió a por uno de esos balones imposibles y le ganó la partida a otro central -ya ha perdido la cuenta este año-. El resultado, otro premio a su fe infinita: penalti, amarilla y gol de un Raúl de Tomás necesitadísimo .

Ni siquiera se sacó de centro. El Arcángel saboreó el 1-0 durante el asueto; pero poco más. Porque Alexander conectó una volea tras la reanudación y volvió a dar alas a una de las aficiones más ruidosas que han desembarcado en la ribera del Guadalquivir esta temporada. El partido se volvió del revés. No quedó ni rastro del tacticismo y el respeto iniciales. Comenzó un cara a cara sin más reglas que las que aplicaba, generalmente mal, un árbitro tan falto de temple como el propio encuentro.

Arcediano Monescillo -así se llamaba el colegiado- no se atrevió a señalar el segundo penalti a favor de los de casa. Florin repitió una acción que -si el fútbol hiciese justicio al rumano- debería desencadenar tarde o temprano el ascenso del Córdoba. El ariete de Joldesti pelea en cada jugada como si los balones sin dueño llevasen adheridas algunas décimas de los tres puntos en liza. De nuevo Bustinza fue al bulto. Era penalti y expulsión. Pero nada de aquello señaló el del silbato.

Mucho menos claro fue el derribo que cometió el central vasco del Leganés sobre Raúl de Tomás. Entonces sí que le costó la segunda amarilla y al fin llegó el 2-1 desde los once metros. La plaza de ascenso directo quedaba agarrada con fuerza por los blanquiverdes. Pero justo en este momento de la temporada se cruzaban dos rachas que pedían otro resultado. Contra un Leganés aliado con la suerte, el Córdoba terminaría de ver cómo su globo se pinchaba con un brusco penalti de Razak -también con roja aparejada- a falta de diez minutos para la conclusión.

Ya no quedaban cambios. Empató el Leganés con Luso bajo palos. Y Omar enlazó la celebración de su gol con el lanzamiento de falta que supuso el 2-3. El pepinero superó al circunstancial portero del Córdoba desde 40 metros para agravar el drama y arrebatarle la plaza de ascenso a los blanquiverdes. Por si faltase algo, Rodas vio una seguna amarilla producto de la desesperación. Resultará muy difícil después de un desenlace semejante, pero ahora más que nunca necesitará el Córdoba enfriar la cabeza para volver a los puestos de arriba. Y serán curiosamente los directivos los primeros que deberán hacer gala de la serenidad en cuanto logren recobrarla: los despachos echarán humo hasta el cierre del mercado de fichajes, el 31 de enero.

CÓRDOBA: Razak; Stankevicius, Rodas, Deivid, Abel; Pedro Ríos, Luso, Víctor Pérez (Markovic, m. 72), Fidel (Nando, m. 62); De Tomás (Caballero, m. 78) y Florin

LEGANÉS: Serantes; Víctor Díaz, Insua, Mantovani (Luis Ruiz, m. 71), Bustinza; Albizua, A. Martín; Miramón (Lázaro, m. 79), Gabriel, Alexander (Omar Ramos, m. 69), y Rubén Peña

GOLES: 1-0: De Tomás, m. 45; 1-1: Alexander; 2-1: De Tomás, m. 68; 2-2: Omar, m. 83, 2-3: Omar, m. 85.

ÁRBITRO: Arcediano Monescillo, del Colegio castellano-manchego. Amonestó a Insua, Mantovani, Alexander, Serantes y Martín, por parte visitante, y a Víctor Pérez, Luso, por parte local. Expulsó por doble amarilla a Bustinza, del Leganés, y a Razak y Rodas, del Córdoba.

INCIDENCIAS: Vigesimotercera jornada en Segunda. Partido disputado en El Arcángel.