Según el juez de Pamplona que remitió el caso al juzgado cordobés, resulta «indiciariamente acreditado» que uno de los acusados ofreció a la víctima acompañarla a su domicilio en un vehículo tras conocerla en las celebraciones de Torrecampo.
Añade el juez que nada más entrar en el coche y tras sentarse en el asiento del copiloto, la víctima cayó «en un estado de profunda inconsciencia» , mientras que otros miembros del grupo «le tocaban los pechos».
Al llegar a Pozoblanco, la joven se despertó «completamente desnuda en el asiento de atrás» y con el mono y las medias rotas, mientras que, tras negarse a practicarle una felación a uno de ellos, el supuesto agresor la golpeó «dos veces en la cara y otra en el brazo».
Este periódico ha podido saber que la víctima de Pozoblanco quiere que todo pase «cuanto antes» y estar «tranquila» hasta que se fije la fecha de celebración del juicio.
La instrucción del caso por los presuntos abusos de «La Manada» a una joven de Pozoblanco, a punto de acabar
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