La fiesta dice adiós a Córdoba mirando al cielo

No es algo que pase todos los años, aunque los más amantes de la fiesta sí recuerdan más de un chaparrón fuerte en El Arenal , a la gente corriendo para refugiarse en las casetas y todos los estragos que puede causar la lluvia. Será el añadido, el detalle, a una jornada que será la última que se vivirá con intensidad en la fiesta.

Ya no quedan excusas. Las atracciones tendrán que estar hasta arriba, las casetas llenas para comer , pero también para divertirse hasta el final. Quienes lo hayan dejado para última hora tendrán que ser raudos para no perderse nada, y ahí estarán muchos viajeros de los pueblos que también querrán disfrutar de la fiesta. Trajes de volantes, bailes de sevillanas, muchos caballos y ambiente multicolor para apurarlo todo.

El final comenzará precisamente en esas horas de la tarde que unirán la sobremesa con los más madrugadores en buscar irse de marcha , y se prolongará hasta la eterna amanecida con la que dirá adiós la Feria de Nuestra de la Salud, pero todavía queda mucho hasta los churros con chocolate que servirán para despedirse.