La disolución del Instituto de Turismo de Córdoba se abre paso como idea aceptable

La radiografía que se realiza a izquierda y derecha es simple. Las políticas turísticas no tienen en estos momentos un adecuado armazón institucional que las haga eficientes. El gobierno municipal, por ejemplo, tiene prácticamente descartado depositar en el organismo autónomo la gestión del Centro de Ferias y Convenciones , que era la idea primigenia.

A cambio, la tesis con la que se trabaja es la de una empresa municipal creada al efecto y que tendrá las exclusivas competencias de gestionar las ferias comerciales y los eventos que se realicen en las instalaciones.

Una de las claves tiene que ver con la situación administrativa, con la gestión interna. El Imtur es un organismo con presupuesto autónomo que presenta algunas ratios que preocupan. En el último documento de periodo medio de pagos a proveedores, se asegura que está abonando las facturas a 190 días cuando lo habitual en el Consistorio es que se ronde los 40.

Tiene un presupuesto de 2,8 millones de euros y una plantilla de 23 personas parte de la cual anda de pleitos con el Consistorio. Los informes de Intervención que se realizan cada año están plagados de negritas al respecto. El instituto, por ejemplo, lleva meses intentando realizar una Relación de Puestos de Trabajo , un documento legal descriptivo que es obligatorio.

Una parte de los trabajadores son indefinidos no fijos e Intervención aprieta cada año para que esas plazas se convoquen de forma abierta . La opinión de Intervención no ha mejorado con operaciones como la del World Padel Tour, cuyo coste se ha cargado al presupuesto de Turismo en vez de al Instituto de Deportes, que es el lugar lógico.

La desaparición del Imtur no implica el despido de nadie ni el desmantelamiento de las políticas turísticas. Una de las líneas de trabajo en marcha consiste en que los trabajadores, las competencias y las iniciativas vuelvan a la Delegación municipal de Turismo, que nunca dejó de existir con trabajadores y presupuesto. Sería un cambio de placa en la puerta pero una asignación diferente de recursos usando los servicios comunes que tiene la institución municipal para sus 1.800 trabajadores.

Isabel Albá, portavoz de Cs, terció ayer en el debate con unas declaraciones en el que reconoció que el Imtur estaba « muy malito » cuando ella se puso al frente. Eran un momento en el que lo que tocaba era favorecer un diagnóstico y establecer la medicación. A su juicio, se estaba progresando. Su compromiso personal, dijo, es el de entregar la Delegación de Turismo y el Imtur en mejores condiciones de las que se encontró. Aseguró que la casa tiene grandes profesionales que están colaborando para sacar el trabajo adelnate.