Cómo vencer al cáncer en menos de cien minutos

«Ojalá pueda terminar en 1 hora y 40 minutos», anhela, aunque no las tiene todas consigo: «Este año la Media ha pasado de 5.000 participantes a 7.000, así que quizá sea más difícil bajar los tiempos» . Sin embargo, su meta no estará sólo en el Puente Romano. Andy se ha propuesto recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer , y se ha preparado como nunca para la prueba. «Ya la corrí el año pasado, pero esta vez me he dicho que no quería hacerlo sólo por mí», explica. El cáncer ha aparecido demasiadas veces alrededor de su vida y la de sus amigos. «Algunas veces ha dejado historias bonitas, pero otras, muy duras» . Traga saliva. Prefiere guardarse los nombres.

Por ellos, cuando salía de casa en dirección a la ribera para entrenar o cada vez que completaba una vuelta al Parque Cruz Conde, las piernas le pesaban un poco menos. La motivación de ayudar a la AECC justificaba cada una de sus agujetas. «Todos le debemos mucho a este tipo de asociaciones» , opina. Andy sabe que su reto, sobre el asfalto, será modesto: no espera subirse al podio ni a pelear en cabeza. No importan los tiempos. Los números, incluso en lo económico, son lo de menos. Pero se sentirá orgulloso de cada segundo que rebaje de los cien minutos que se ha propuesto. Igual que se ha emocionado con cada uno de los euros que le han hecho alcanzar los 245 que ha logrado recaudar hasta el momento .

Muchas de esas donaciones llegaron acompañadas de mensajes de ánimo. «Yes, you can!», «Go, Andy!», «Good luck!»... Las tarjetas se han acumulado en su mesa del aula 6 de la Academia Británica; especialmente durante la última semana, cuando «otros profesores han dedicado su tiempo a explicar a sus alumnos en qué consistía esta iniciativa» , según comenta agradecido. «Algunas cartas venían de chicos a los que les doy o les he dado clase, pero otras son de gente que ni siquiera me conoce», detalla. «Es increíble. Todo esto me va a hacer correr más rápido ».

Mañana llega al fin su día, pero él ya ha dado las primeras zancadas. Incluso después de la carrera aprovechará para sumar las últimas aportaciones a su particular maratón . Sus alumnos y muchos cordobeses le animarán durante algo más de 21 kilómetros por las calles de Córdoba. Y quizá después muchos busquen, con una mezcla de curiosidad e ilusión, el nombre de Andrew Cook en las clasificaciones, alrededor de esa barrera invisible de los cien minutos. Porque no le bastará para ganar la Media ; pero, más o menos, ése es el tiempo que necesitará este profesor para vencer al cáncer. Será en una carrera de fondo , de concienciación y solidaridad. Una carrera que reclama muchas más victorias como la suya.