Cafeterías y agencias de viajes pujan por el solar de la Cruz del Rastro en Córdoba

La razón estriba en que los empresarios aseguran que el temor de los vecinos de que el centro de ocio albergue locales de copas es una posibilidad, solo eso. La licencia que han solicitado a la Gerencia de Urbanismo, aseguran, es de usos terciarios , esto es, relacionados con los servicios, y que amparan la instalación de oficinas, establecimientos de hostelería y de restauración y tiendas. «Nosotros vamos a poner el continente, vamos a construir el edificio, y luego todo dependerá de las firmas que quieran instalarse en él», aseguraron las fuentes de la sociedad promotora consultadas por ABC.

¿Y cómo será el inmueble? El diseño se compone de un cuerpo con una planta baja y dos más en altura , recayentes tanto al final de la calle San Fernando como a la Ribera. ¿Cuándo empezará a construirse? Los promotores bromean sobre este asunto: «En los próximos treinta años », aseguran con un tono más que crítico con la Gerencia Municipal de Urbanismo, de la que se quejan por la demora de la concesión de la licencia de obra. «Llevamos unos dos años esperando a que nos la concedan », indican. Ellos mismos hacen una matización, que no es menor. «Es verdad que, como el proyecto en cuestión tiene ya un tiempo, la Gerencia nos concedió una licencia para empezar los trabajos pero por un problema a la hora de hacernos con el permiso, este caducó. Así que hace unos dos años, ya digo, tuvimos que reactivar todo el proceso. Y a la espera estamos», señalaron las citadas fuentes.

Por el momento ya hay algunas empresas que se han puesto en contacto con ellas para mostrar su disposición inicial a tener sede en el edificio. « Nos ha llamado la franquicia de una cafetería, una heladería y una agencia de viajes . Eso es todo», comentan.

El punto de vista de los vecinos es distinto. Y más amargo. Rafael Galán es el portavoz de una de las comunidades de la calle Amparo que linda con el solar en cuestión. «Nosotros hemos presentado alegaciones al proyecto, porque creemos que nos puede perjudicar: el ruido que soportamos a diario no es compatible con el descanso de las personas . Y no puede ser que se abran más locales de copas en la zona; ya hay suficientes», lamenta Galán.