Sergio Scariolo: «No podemos engañar a la gente; no vamos a ser los mismos con el cambio generacional»

Sin los Gasol, España tiene que afrontar un relevo generacional, ¿tiene la selección mimbres para la reconstrucción?

No son sólo los Gasol . Obviamente, Pau y Marc eran importantísimos, pero también lo ha sido el Chacho (Rodríguez). Y más vendrán, porque tenemos a otros jugadores de los históricos que están entrando en el tramo final de su recorrido competitivo. Todo lo que dependía del trabajo de dar oportunidades, observar y hacer crecer las categorías inferiores de una manera coordinada y armoniosa para llegar al primer equipo con menos dificultad para dar ese salto se está haciendo y se está haciendo bien. Hay jugadores interesantes, pero para que un jugador esté al máximo nivel internacional hay que tener condiciones físicas, de talento y mentales que el jugador español tiene bastante. Tenemos que ver dónde nos llevará nuestro nivel competitivo. Todo lo que dependa de la mentalidad y el trabajo estará ahí.

¿La intención es mantener el listón también en competir por las medallas en todo: Mundial, Juegos Olímpicos y Europeo?

Obviamente, los objetivos son diferentes. No se puede engañar a la gente pensando que vamos a ser los mismos y que podamos tener las mismas posibilidades de llegar, pero la ambición es alta, el deseo de competir es alto y el deseo de mantener lo más arriba posible a la selección es grande. Haremos lo posible, pero sabemos que las circunstancias son diferentes.

Este nuevo sistema de clasificación por las grandes competiciones, ¿qué le parece?

Con un sistema armonizado de calendarios , puede estar bien, ya que permitiría a la afición seguir a la selección durante la temporada. Además, permite tener a otros jugadores, ya que los NBA nunca vendrían, aunque nos queden cada vez menos. En una situación en la que la Euroliga no se para y hay tantos partidos, se congestiona un poco todo. Se están dando pasos adelante para llegar a una armonización de los calendarios, pero los clubes que juegan la Euroliga disputan un número demasiado alto de partidos. Hay un riesgo de lesiones demasiado alto y estamos cometiendo un error gravísimo pensando que cuanto más partidos más ingresos, ya que lo que gastamos en recuperar a los jugadores que se lesionan y en plantillas cada vez más largas a nivel de clubes es un coste muy grande y cada vez superior. Así que lo único que pueden hacer es sentarse y encontrar un entendimiento para armonizar el calendario.

¿Qué espera de Ucrania?

Han entrenado en Córdoba antes que nosotros (sonríe), ya que llevan una semana aquí de preparación. Es un muy buen equipo que ya nos ganó hace dos años en un clasificatorio. Es un bloque muy físico, con una talla muy grande y con talento anotador en el perímetro.

¿Cree que el conflicto con Rusia puede tener un efecto de motivación extra para los ucranianos?

Creo que el orgullo competitivo seguro que estará arriba y será un estímulo para ellos en un momento en el que los focos están en su país por razones preocupantes. Van a jugar con una motivación añadida .

Las entradas para ver el partido se agotaron en 48 horas. ¿Sirven estos partidos oficiales, al menos, para llevar baloncesto de élite a ciudades que llevan tiempo sin él?

En Jaén estuvo muy bien el ambiente. En Córdoba no dudo que también lo estará. Andalucía siempre responde y nunca hemos tenido la más mínima decepción, todo lo contrario. Creo que creará una atmósfera ideal para que el equipo pueda competir.

Habrá un homenaje al exjugador cordobés del Real Madrid y la selección Felipe Reyes en el descanso. ¿Qué opinión le merece su trayectoria?

Le daré un abrazo. Ya hemos coincidido en alguna ocasión después de su retirada de la selección y ahora del baloncesto. Creo que es un jugador que es realmente un ejemplo para los deportistas en general, no sólo para el baloncesto . Es un tipo especial, con corazón, con dedicación y con espíritu de equipo. Ha sido un jugador con unas características morales, no sé si únicas, pero sí muy destacables. Para mí ha sido un honor entrenarle.

Tiene un anillo de la NBA como técnico asistente, pero hace justo un año, por las circunstancias de la pandemia, tuvo la oportunidad de dirigir a Toronto en primera línea, ¿cómo vivió esa etapa en EE.UU.?

Lo de la NBA ha sido un aprendizaje muy bueno y han sido tres años fantásticos para conocer la auténtica cultura del deporte y la forma de gestionar los clubes, las relaciones y los grupos. Sinceramente, tenemos mucho que aprender. Para mí ha sido muy enriquecedor.

¿Con qué se motiva después de haberlo ganado todo y dirigido a parte de los mejores jugadores del mundo?

Me motiva el día a día, el entreno de cada jornada, el siguiente partido y también el proyecto de la selección para ayudar en esta fase tan delicada de recambio generacional . El proyecto que tengo con muy club, que está muy al inicio de un proceso porque tiene medios, pero tiene que crecer en muchísimas cosas. Motivación no me falta.

Tiene contrato con España y el Virtus Bolonia hasta París 2024. ¿Mira más allá? ¿Seguirá en los banquillos y con la selección?

Será un verano y un momento para pensar en la siguiente etapa. Muchas veces he acabado contrato con la selección y he seguido. Nunca se puede saber qué pasará. Estoy muy centrado en el presente, ya que en el baloncesto un tiempo de dos años y medio por delante es un plazo larguísimo. Mirar más allá es casi imposible.