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El Estilita

Andaluces superdotados

Parece que hay que disculpar la excelencia en la educación

En las aulas cordobesas se ocultan hasta 1.066 presuntos superdotados RAFAEL CARMONA
Javier Tafur

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En este mundo moderno se hace visible todo menos la inteligencia. Hace unos días una madre cordobesa de niños superdotados avisaba sobre el desinterés con que la administración trataba el tema. «El problema es que las altas capacidades se esconden», denunciaba la señora Galán ... . Tiene razón. La ideología dominante, esa supuesta superioridad moral de la izquierda en lo que se refiere a la cultura y a la educación -en lo económico, hace tiempo que los obreros listos son de derechas -, no permite que un chaval demuestre su intransferible relevancia. En una sociedad que odia la excelencia, destacar es un pecado sin perdón. Por eso se procura aburrir al alumno que promete, no tanto porque sea empollón -los empollones son fáciles de controlar-, como porque vaya por delante de los otros. En lugar de estimular sus dotes intelectuales, se le afea su capacidad crítica , que a veces distorsiona la cómoda rutina del profesor, se le acusa de insolidario por tener aficiones distintas a las de sus compañeros y se le hace sentirse culpable por no esperar a que los demás entiendan lo que él ya ha entendido. Con lo que se consigue que el individuo se aísle, viva ajeno al sistema, defraudado por las cansinas expectativas que le ofrece, y se demore en el ramplón programa exigido, abocándolo finalmente al fracaso escolar, que en estos casos supone un despilfarro social inadmisible. No sé si somos conscientes de que la engañifa de la igualdad constituye el mayor peligro para la libertad y para el progreso. Lecciones ha dado la historia.

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