Pero hace ya muchos, muchos, años esta ... singular celebración ya llamaba la atención, aunque en un ámbito más reducido, el de nuestro país. De ello da buena cuenta el No-Do. En su noticiario del 27 mayo de 1963, se puede ver cómo era el Festival hace seis décadas -en el vídeo que acompaña esta información a partir del minuto 5.58-.
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Las imágenes muestran unos recintos aún sin turistas, que irían eclosionando cada vez con más potencia con el paso de los años. La locución de este reportaje señala que, con la llegada de la primavera Córdoba, «se viste de bellas galas florales, orgullo de la antigua ciudad romana y árabe y modelo de ornemantación vegetal en todos los tiempos».
Se indica igualmente que «los regidores han estimulado el gusto innato de la población» por el arte floral con el concurso de los Patios, en el que se conceden premios «a los más hermosos».
Eso sí, en las imágenes, se puede observar que hay un par de elementos que no han variado nada con el paso de estos sesenta años. Son la caña con una lata al extremo para llegar a las macetas más elevadas -«Ingenioso sistema», es la definición que le da el locutor del No-Do- y el calor. Porque en las imágenes se ve a un hombre tirando de botijo para combatir las temperaturas que se dejaban sentir en mayo de 1963. No faltan en el reportaje los trajes de gitana y el baile en los Patios, que hoy es historia.
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